Una vez más, la noche del 31 de octubre se vio empañada por los desórdenes generados por las llamadas “caravanas del terror” de motociclistas. Pese a los operativos anunciados por la Alcaldía y la implementación del ‘Plan Candado’, grupos de motociclistas lograron evadir los controles y tomaron las calles realizando maniobras peligrosas, circulando en contravía y protagonizando escándalos, además de conducir vehículos modificados y bajo efectos de alcohol o sustancias psicoactivas.
Habitantes de diversos sectores del área metropolitana reportaron riñas, hurtos y otras alteraciones al orden público. Según las autoridades, estas caravanas, que se convocan cada año durante la noche de Halloween, se han convertido en una amenaza recurrente para la seguridad y la convivencia ciudadana.
Lo que debía ser una jornada dedicada a los niños, terminó en desórdenes y actos de irrespeto, según denunciaron vecinos y líderes comunitarios. Las quejas destacan comportamientos inadecuados, ocupación indebida del espacio público y violaciones a las normas de tránsito, lo que generó preocupación y malestar entre la población.
Aunque se aplicaron medidas restrictivas, como la prohibición del tránsito de motocicletas a partir de las 10:00 p.m., los controles resultaron insuficientes para contener la situación. Las autoridades locales, entre ellas la Policía Metropolitana y la Dirección de Tránsito, reconocieron el desafío de implementar estrategias más efectivas y sostenidas que garanticen el orden y la seguridad en futuras celebraciones.








