Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la inflación anual en Colombia se ubicó en 5,2% en septiembre, marcando el tercer mes consecutivo de incremento. Aunque este nivel es inferior al pico de 2022, sigue por encima del rango meta del Banco de la República, lo que llevó a su Junta Directiva a mantener inalterada la tasa de interés en 9,25% por cuarta vez consecutiva.
Leonardo Villar, gerente del Emisor, confirmó que esta decisión busca contener presiones inflacionarias y preservar la estabilidad macroeconómica. La tasa se ha mantenido constante desde abril de 2025 y se proyecta que cerrará el año sin cambios, a pesar de que algunos codirectores votaron por reducciones moderadas.
Impacto nacional: consumo moderado y crédito costoso
Con una inflación que se resiste a bajar y una tasa de interés elevada, el panorama económico nacional se caracteriza por:
• Restricción del crédito: Las tasas altas encarecen los préstamos, afectando especialmente a hogares y pequeñas empresas.
• Moderación del consumo: El poder adquisitivo se ve limitado, lo que frena la demanda interna.
• Oportunidad para el ahorro: Las tasas elevadas favorecen a quienes tienen capacidad de ahorro, especialmente en CDT y fondos de inversión.
• Proyección de cierre de año: El Banco estima que la inflación podría descender a 4,4% y el PIB crecer un 2,6%.
Santander: resiliencia regional y oportunidades estratégicas
Para el departamento de Santander, este entorno económico plantea desafíos y oportunidades:
• Sector agroindustrial y minero: Aunque el crédito es más costoso, estos sectores pueden beneficiarse de la estabilidad cambiaria y la demanda externa.
• Emprendimientos juveniles y liderazgos femeninos: Requieren apoyo institucional para sortear las barreras del financiamiento. Aquí, los programas regionales y alianzas público-privadas son clave.
• Consumo local: Bucaramanga y su área metropolitana podrían ver una desaceleración en el comercio, pero también una reactivación de estrategias de economía solidaria y mercados campesinos.
• Inversión pública: La estabilidad monetaria abre espacio para que alcaldías y gobernaciones prioricen obras de infraestructura, salud y educación, con impacto directo en el empleo.
Cierre participativo y llamado a la acción
En este contexto, se vuelve urgente que los actores regionales—gobiernos locales, gremios, universidades y medios—activen espacios de diálogo económico, promuevan la educación financiera y fortalezcan redes de apoyo para los sectores más vulnerables. Santander tiene la capacidad de convertir este momento en una oportunidad para la innovación productiva y la cohesión social.








