La educación pública en Santander enfrenta una amenaza silenciosa pero devastadora: más de 100 mil estudiantes de 82 municipios están en riesgo de quedar desconectados de sus colegios por falta de presupuesto para garantizar el servicio de Internet.
El Ministerio de Educación ha concedido una prórroga hasta el próximo 24 de agosto para revisar la adición presupuestal que permitiría mantener la conectividad en las instituciones oficiales del departamento. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y el reloj corre en contra de miles de niños y jóvenes que dependen de este recurso para continuar sus estudios.
“Sería un golpe desastroso para las poblaciones vulnerables. Estamos esperando respuesta para salvar la conectividad de nuestros niños”, advirtió el gobernador Juvenal Díaz Mateus, visiblemente preocupado por el futuro educativo de Santander.
La conectividad no es un lujo: es el puente que permite acceder a contenidos, plataformas, clases virtuales y herramientas pedagógicas que hoy son parte esencial del aprendizaje. Sin ella, se rompe el ciclo de inclusión y se profundiza la brecha entre los estudiantes rurales y urbanos.
El secretario de Educación departamental, Nicolás Ordóñez, aseguró que se avanza en el proceso de revisión, pero aún no hay garantía de que el Ministerio apruebe los recursos necesarios.
¿Qué está en juego?
• Más de 100 mil estudiantes podrían quedar sin acceso a Internet en lo que resta de 2025
• 82 municipios afectados, muchos en zonas rurales y de difícil acceso
• Riesgo de retroceso en los avances educativos logrados en el departamento.
Resulta paradójico que, mientras el Gobierno Nacional exalta en sus discursos la importancia de la tecnología como motor de equidad educativa en colegios y universidades, en la práctica mantenga en vilo a más de 100 mil estudiantes de Santander por una adición presupuestal que lleva meses sin resolverse. El gobernador Juvenal Díaz Mateus ha gestionado este proceso con insistencia, pero a pocos días del vencimiento del plazo —el 24 de agosto— la respuesta sigue sin llegar. Si no se renueva el servicio de conectividad, será la negligencia institucional la que desconecte a miles de niños y jóvenes, truncando el acceso al conocimiento en los rincones más vulnerables del departamento.








