El gobernador de Córdoba y presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Erasmo Zuleta Bechara, expresó su preocupación frente al proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2026, presentado recientemente por el Gobierno Nacional ante el Congreso. En su artículo titulado “Presupuesto 2026: obras son amores”, Zuleta hace un llamado urgente a revisar las prioridades fiscales del país, especialmente en lo que respecta a la inversión pública.
Centralismo persistente y baja inversión
Zuleta destaca el marcado centralismo en el manejo de los recursos públicos: mientras el gobierno central recauda el 81% de los impuestos, los departamentos apenas el 5% y los municipios el 14%. En cuanto al gasto, el centro ejecuta el 68%, los departamentos el 9% y los municipios el 23%.
El presupuesto proyectado para 2026 asciende a COP 556.9 billones, de los cuales COP 26.3 billones se espera que provengan de una reforma tributaria aún no formulada ni presentada. Zuleta advierte que, al tratarse del último año del actual gobierno y en vísperas de elecciones, esta reforma enfrentaría serios obstáculos en el Congreso.
Inversión en riesgo
Incluso si la reforma tributaria se aprueba, la inversión pública solo representaría el 15.9% del presupuesto total, una de las proporciones más bajas en más de una década. Si la reforma no prospera, ese porcentaje podría disminuir aún más, afectando sectores clave como el agro, la ciencia, el deporte y la vivienda.
Por ejemplo, la inversión proyectada para el sector agropecuario sería de COP 3.1 billones, muy por debajo de los COP 5.83 billones asignados en 2015. La ciencia y tecnología recibirían COP 0.35 billones, frente a COP 0.59 billones en 2015; el deporte, COP 0.24 billones (vs. COP 0.72 billones); y vivienda, COP 2.58 billones (vs. COP 4 billones).
Llamado desde las regiones
Desde la región Caribe, y especialmente desde Córdoba, Zuleta resalta los esfuerzos locales por mejorar el recaudo y optimizar el gasto. Sin embargo, reconoce que el músculo financiero de la Nación sigue siendo determinante para impulsar el desarrollo regional.
Finalmente, el mandatario invita al Gobierno Nacional a revisar los gastos de funcionamiento y redirigir más recursos hacia la inversión. “Obras son amores, y no excusas para no invertir”, concluye, subrayando la necesidad de que el presupuesto refleje compromisos reales con el progreso de las regiones.








