La noche del martes, un petardo estalló frente a un establecimiento comercial en Floridablanca, generando alarma entre los vecinos. Aunque no se reportaron víctimas, el hecho encendió las alertas de las autoridades, que investigan si se trata de un nuevo caso de extorsión.
La explosión se suma a una serie de amenazas que han venido afectando a comerciantes y finqueros de la región, especialmente en sectores como Ruitoque Bajo, donde incluso se han registrado intimidaciones en audio.
La Policía Metropolitana de Bucaramanga y el Gaula adelantan las indagaciones para esclarecer los hechos. En casos recientes, como el ocurrido en diciembre de 2024, una pareja fue capturada en flagrancia cuando recibía el pago inicial de una extorsión de $1.000 millones a un comerciante de Floridablanca. Los implicados se hacían pasar por miembros de grupos armados ilegales.
La Gobernación de Santander, a través de la Secretaría del Interior, rechazó enérgicamente el atentado y reiteró su compromiso con la seguridad ciudadana. “Estamos aplicando una metodología agresiva para combatir la extorsión en todo el departamento. En Barrancabermeja hemos fortalecido el Gaula y en el área metropolitana intensificamos operativos y campañas preventivas como ‘Yo no pago, yo denuncio’”, señaló el secretario del Interior.
Víctimas que decidieron denunciar a tiempo han logrado frenar el accionar de los extorsionistas. “Recibí amenazas por WhatsApp y llamadas intimidantes. Gracias al Gaula, hoy puedo trabajar tranquilo”, relató un comerciante de Girón que fue protegido tras colaborar con las autoridades. Casos como este refuerzan el llamado institucional a confiar en los canales oficiales y rechazar cualquier forma de presión criminal.








