Este 19 de octubre, Bucaramanga y el área metropolitana vivieron las elecciones de los Consejos Municipales y Locales de Juventud, un ejercicio democrático que buscaba activar la participación de más de 147.000 jóvenes habilitados para votar. Sin embargo, la jornada dejó más interrogantes que celebraciones: la afluencia fue baja, y aunque se garantizó la seguridad con más de 700 policías desplegados, el entusiasmo juvenil no se tradujo en votos.
La Misión de Observación Electoral (MOE) reportó 28 posibles irregularidades y advirtió que este tipo de procesos requiere mayor promoción y pedagogía. A pesar de los esfuerzos institucionales, el mensaje no pareció calar en la mayoría de jóvenes.
¿Por qué el desinterés? Voces que no se sienten escuchadas
El desinterés juvenil no es nuevo, pero sí alarmante. Expertos y líderes sociales coinciden en varios factores:
• Falta de información clara sobre qué son los Consejos de Juventud y cómo impactan la vida cotidiana.
• Desconfianza en las instituciones, alimentada por promesas incumplidas y escasa representación real.
• Desconexión entre las agendas juveniles y las propuestas electorales, que no abordan temas urgentes como empleo, salud mental, educación o medio ambiente.
• Poca visibilidad de los candidatos y sus propuestas, lo que convierte el voto en una decisión desinformada.
¿En qué se está fallando?
La baja participación refleja fallas estructurales:
• Campañas institucionales poco creativas y sin enfoque territorial.
• Escasa articulación con colegios, universidades y colectivos juveniles.
• Falta de formatos accesibles y atractivos para comunicar el proceso electoral.
¿Y ahora qué? Una oportunidad para corregir el rumbo
Este resultado no debe leerse como un fracaso, sino como un llamado urgente a replantear la forma en que se convoca y escucha a la juventud. Bucaramanga y Santander tienen una oportunidad de oro para:
• Fortalecer procesos de formación ciudadana desde la escuela.
• Impulsar narrativas participativas que conecten con las emociones y realidades juveniles.
• Regionalizar las agendas y visibilizar liderazgos locales.