Piedecuesta, Santander.
La noche del domingo 12 de octubre volvió a teñirse de violencia en el área metropolitana de Bucaramanga. A las 6:10 p.m., en el barrio Santelmo 1 de Piedecuesta, dos hombres en motocicleta perpetraron un ataque sicarial que acabó con la vida de Cristian Ferney Bautista Patiño, de 20 años, conocido como ‘Bautista’. El crimen ocurrió frente a un local de comidas rápidas, en la esquina de la calle 3 con carrera 6, donde el joven fue impactado con varios disparos de escopeta en la cabeza.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que el parrillero descendió con el arma en mano, apuntó sin vacilar y disparó. Aunque la víctima intentó huir, los impactos fueron letales. Las autoridades manejan como hipótesis un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de estupefacientes.
Este hecho se suma a una preocupante cadena de homicidios que han sacudido a Piedecuesta en los últimos meses. A comienzos de octubre, la Policía Metropolitana de Bucaramanga desarticuló la banda ‘Los Domiciliarios’, dedicada a la venta de droga en el municipio, con ingresos mensuales cercanos a los 30 millones de pesos. Sin embargo, la persistencia de hechos violentos pone en entredicho la efectividad de la estrategia de Acción Unificada, diseñada para articular esfuerzos institucionales contra el crimen organizado.
¿Qué está fallando?
Expertos en seguridad ciudadana advierten que la fragmentación de bandas, la disputa por territorios y la falta de presencia institucional en zonas vulnerables podrían estar debilitando la capacidad de respuesta. Aunque se han realizado capturas y allanamientos, la percepción de inseguridad persiste entre los habitantes.
Vecinos del sector expresan temor y frustración ante la repetición de estos hechos. “No es la primera vez que pasa algo así. Ya no se puede salir tranquilo ni a comprar comida”, comentó una residente que prefirió no revelar su nombre.








