La Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), en articulación con la Policía Nacional, Seccional de Carabineros y Protección Ambiental, el Ejército Nacional, la Secretaría del Interior de Bucaramanga y las cuadrillas de Predios Institucionales de la CDMB, adelantaron contundentes operativos de control y seguimiento en la escarpa occidental del municipio, zona declarada como área protegida.
Acciones en defensa de la escarpa
Los procedimientos se realizaron en predios institucionales de la CDMB, entre ellos Buenos Aires, El Pantano y Vivero Nazareth. En estos puntos se identificaron y desmantelaron conducciones ilegales utilizadas para el lavado de taludes y la extracción de material minero. Tres personas fueron sorprendidas en flagrancia y puestas a disposición de las autoridades competentes. Las actividades ilegales generaban graves afectaciones a los recursos naturales, incluyendo la contaminación de fuentes hídricas y la destrucción de hábitats.
Coordinación interinstitucional para frenar el daño ambiental
“Desde la Autoridad Ambiental, queremos hacer un llamado a la comunidad para que nos ayude a proteger la escarpa occidental de la ciudad. Es desalentador que, a pesar de las medidas tomadas, persistan estas prácticas que afectan gravemente los recursos naturales”, expresó Edwin Cárdenas Bueno, ingeniero ambiental adscrito a la Oficina de Gestión de Predios Institucionales, SAF-CDMB.
Estas labores hacen parte de la misión de la Coordinación de Gestión y Administración de Predios Institucionales, que busca recuperar los ecosistemas de la escarpa, minimizar las afectaciones ambientales y garantizar la protección de los recursos hídricos de Bucaramanga.
Compromiso institucional y llamado ciudadano
La CDMB reitera su compromiso de continuar con actividades de seguimiento y control en sus predios, con el propósito de prevenir la degradación ambiental, proteger la escarpa occidental y apoyar a las autoridades en la captura de quienes atentan contra los recursos naturales.
La escarpa occidental enfrenta una amenaza persistente por parte de invasores que, en su afán de extraer oro, destruyen taludes, contaminan fuentes hídricas y ponen en riesgo la biodiversidad. La Corporación hace un llamado urgente a la conciencia ciudadana y a la acción conjunta de las instituciones para frenar esta devastación que compromete el equilibrio ambiental de la capital santandereana.