En una ceremonia cargada de simbolismo y dolor, el padre y la esposa de Miguel Uribe Turbay ofrecieron dos de los discursos más conmovedores durante el homenaje póstumo al senador y precandidato presidencial, asesinado el pasado 11 de agosto tras un atentado en Bogotá.
El acto se llevó a cabo en la Catedral Primada de Colombia, donde el féretro, cubierto con la bandera nacional, fue recibido por miles de ciudadanos, líderes políticos y representantes internacionales.
Miguel Uribe Londoño, padre del senador, evocó el asesinato de su esposa, la periodista Diana Turbay, ocurrido hace 34 años, y trazó un paralelismo desgarrador:
“En esta misma catedral cargué en un brazo a Miguel y en el otro el ataúd de su mamá Diana. Hoy, la guerra volvió y tocó a mi puerta”.
Con voz firme, pidió transformar el dolor en inspiración y llamó al país a rechazar la polarización:
“Miguel fue mi guía y maestro. Les pido que al actuar, pensemos siempre: ¿Qué haría Miguel en esta situación?”.
María Claudia Tarazona, esposa del senador, se dirigió al país con un mensaje íntimo y espiritual, publicado también en redes sociales:
“Hoy siento que mi alma se desgarra en mil pedazos. Llevo a mis hijas amadas y a mi niño preciado a enterrar a su papá. Espíritu Santo, ven. Dios, agárrame fuerte”.
Durante la ceremonia, Tarazona reafirmó su compromiso con la paz y la promesa de criar a sus hijos sin odio ni rencores:
“Cumpliré mi promesa de darles una vida llena de amor y felicidad. Solo así se puede vivir como tú quisieras que lo hiciéramos”.
El homenaje no solo fue una despedida, sino también un llamado a la memoria colectiva, a la reconciliación y a la defensa de la vida en medio de un año electoral marcado por la violencia política.








