El senador y precandidato presidencial Iván Cepeda Castro anunció este martes que, en calidad de víctima acreditada, interpondrá un recurso extraordinario de casación ante la Corte Suprema de Justicia para impugnar el fallo que absolvió al expresidente Álvaro Uribe Vélez de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
La decisión del Tribunal Superior de Bogotá, que ratificó la inocencia de Uribe en segunda instancia, fue recibida con firme desacuerdo por Cepeda, quien afirmó que “se ignoraron hechos y pruebas sustanciales que apuntan claramente a la responsabilidad del expresidente”. El congresista, acompañado por la bancada de víctimas, expresó que la sentencia mayoritaria omitió valorar elementos jurídicamente relevantes, mientras que el voto disidente de la magistrada Oviedo será clave en la argumentación ante la Corte.
Desde el punto de vista jurídico, el recurso de casación es una herramienta excepcional que permite a la Corte Suprema revisar decisiones judiciales cuando se alegan errores sustanciales en la interpretación del derecho o en la valoración probatoria. En este caso, Cepeda y su equipo buscarán demostrar que el fallo incurrió en omisiones graves que afectan el debido proceso y el derecho de las víctimas a la verdad y la justicia.
Este anuncio tiene implicaciones políticas y jurídicas de alto calibre. Como precandidato presidencial por el Pacto Histórico, Cepeda asume esta acción con serenidad, pero también con el peso simbólico de representar a quienes han denunciado prácticas de manipulación judicial. Su postura refuerza el debate sobre la independencia de la justicia y el acceso efectivo de las víctimas a mecanismos de reparación.