En una jornada que combinó dignidad, participación comunitaria y justicia social, Prosperidad Social y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural entregaron 80 toneladas de papa a más de 6.000 familias en situación de vulnerabilidad en Norte de Santander. La iniciativa hace parte del programa Alimentos para la Vida, que busca fortalecer la seguridad alimentaria de los hogares más necesitados y apoyar directamente a pequeños productores agropecuarios.
Las entregas se realizaron en los municipios de Los Patios, San Cayetano, Villa del Rosario y Cúcuta, donde cada familia recibió 12,5 kilogramos de papa cultivada por campesinos colombianos. En el barrio Niña Ceci, en Atalaya, Cúcuta, la comunidad vivió una jornada ejemplar de registro, verificación y entrega, que se convirtió en un acto de encuentro y reconocimiento mutuo entre el Estado, los productores y las familias beneficiarias.
“Hoy la papa llega del campo a la mesa como muestra del compromiso del Gobierno nacional con la seguridad alimentaria y la inclusión social”, expresó Mauricio Rodríguez Amaya, director de Prosperidad Social, mientras acompañaba la entrega en Cúcuta.
La estrategia incluye compras directas a cultivadores de papa y productores de leche, afectados por la caída de precios. Esta acción no solo reactiva la economía campesina, sino que convierte su producción en alimento para quienes más lo necesitan.
“Nuestros campesinos encuentran en esta estrategia una oportunidad para apoyar a la población vulnerable con lo mejor de su cosecha”, destacó Geidy Ortega, viceministra de Asuntos Agropecuarios.
Cronología de la entrega solidaria:
• 24 y 25 de octubre: Los Patios recibió 20 toneladas de papa y 1.300 cajas de leche para 1.300 familias.
• 30 de octubre: San Cayetano y Villa del Rosario recibieron 20 toneladas cada uno, beneficiando a 1.600 familias por municipio.
• 31 de octubre: Cúcuta cerró el ciclo con 20 toneladas adicionales para 1.600 hogares.
Alimentos para la Vida se articula con el programa de Apoyo para el Manejo de Excedentes Estacionales, promoviendo una economía solidaria que conecta la producción campesina con el derecho a la alimentación. Esta alianza reafirma el compromiso institucional con la dignificación del campo, la equidad territorial y la reparación social.








