El paro minero y campesino que mantiene bloqueadas las principales vías de Boyacá desde el 4 de agosto ya deja coletazos en el departamento de Santander. Las restricciones en corredores estratégicos como Paipa, Ventaquemada y Sogamoso han interrumpido el flujo de productos agrícolas hacia Bucaramanga, generando aumentos significativos en los precios de alimentos esenciales.

Impacto en la canasta familiar
Según reportes de Centroabastos, la principal despensa de alimentos del área metropolitana, productos como la zanahoria, la remolacha y el repollo blanco han registrado alzas de hasta el 59% en apenas dos días.
• El bulto de zanahoria pasó de $220.000 a $350.000.
• La remolacha subió $70.000 por bulto.
• El repollo blanco también presentó incrementos notables.

Congestión y retrasos logísticos
La vía entre Tunja y Bogotá, clave para el abastecimiento interdepartamental, permanece cerrada en varios tramos. Esto ha afectado el transporte de carga, el tránsito de pasajeros y la conectividad entre Santander y el centro del país. Transportadores denuncian varamientos de más de 24 horas y dificultades para acceder a rutas alternas.
Dependencia agroalimentaria
Boyacá representa más del 20% del abastecimiento agrícola que llega a Bucaramanga. La menor disponibilidad de productos desde ese departamento no solo encarece los precios, sino que pone en riesgo la estabilidad de comerciantes y consumidores santandereanos.
Reacciones locales
Autoridades y gremios en Santander han expresado preocupación por la prolongación del paro. Aunque se han habilitado corredores humanitarios para ambulancias y misiones médicas, no existen rutas alternas para el transporte comercial en varios tramos.








