Tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N.° 8 del Ejército Nacional fueron víctimas de un ataque con artefactos explosivos lanzados desde un dron, en la vereda San Isidro, zona limítrofe entre los municipios de Santa Rosa y Morales, en el sur de Bolívar. El hecho, atribuido al frente Alfredo Gómez Quiñones del ELN, dejó como saldo dos soldados muertos y cuatro más heridos.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Danier Felipe Muñoz Ortiz y Cristian Andrés Hernández Jiménez, oriundos de los municipios de Oporapa y Tello, en el departamento del Huila. Pese a los esfuerzos de los enfermeros de combate, ambos fallecieron en el lugar.
Atención médica en Bucaramanga
Los cuatro soldados heridos fueron evacuados en helicóptero y trasladados a Bucaramanga, donde reciben atención médica especializada. Tres de ellos están siendo atendidos en el dispensario de la Segunda División del Ejército Nacional, mientras que el cuarto fue remitido al Hospital Universitario de Santander debido a la gravedad de sus lesiones.
Condena institucional y contexto regional
El Comando de la Décima Novena Brigada calificó el ataque como una grave violación de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario.
La ofensiva se enmarca en una escalada de violencia en el sur de Bolívar, donde operan estructuras del ELN y el Clan del Golfo, generando desplazamientos masivos y una crisis humanitaria en municipios como Arenal del Sur.
 
  
 







