Las obras se adelantan gracias a la articulación de esfuerzos entre la Alcaldía de Bucaramanga y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres -UNGDR.
Tras haberse superado las primeras instancias técnicas, presupuestales y sociales; inició la instalación de cerca de mil anclajes en el barrio Don Bosco. Lo que permitirá la estabilización de las viviendas más vulnerables por su ubicación.
Precisamente este es uno de los cuatro barrios que representan un mayor riesgo sobre la escarpa occidental. Un sector en el que por muchos años sus habitantes temieron por su seguridad.
“Esta comunidad llevaba años sobrellevando este inconveniente. Se van a intervenir sectores donde las viviendas reflejan grandes afectaciones en las zonas traseras, como lo son los patios. Es evidente que, por la necesidad y el crecimiento de esas familias, han hecho un uso indebido de estos espacios. Esto aceleró sus efectos sobre la escarpa”, explicó Ricardo Azuero Buenaventura, subsecretario de Infraestructura de Bucaramanga.