Para enfrentar la crisis del transporte masivo y avanzar hacia un sistema metropolitano más eficiente, el Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) y el Municipio de Bucaramanga firmaron hoy el convenio interadministrativo No. 119. Con este acuerdo, arranca la primera fase del plan de transición del transporte público, que contempla la operación inicial de buses a gas natural, mejoras tecnológicas y una inversión municipal de $8.331 millones para garantizar la movilidad urbana.
Desde la salida definitiva de los operadores Movilizamos S.A. y Metrocinco Plus, el sistema de transporte masivo ha enfrentado una grave alteración en la prestación del servicio. En respuesta, el AMB declaró la emergencia mediante la Resolución No. 000036 del 24 de febrero de 2025 y autorizó el ingreso de hasta 129 vehículos del Transporte Público Colectivo (TPC) bajo permisos especiales transitorios para minimizar el impacto en la ciudadanía.
¿Qué trae el nuevo convenio?
Con la firma de este acuerdo, inicia la Fase 1 del plan de transición, permitiendo la reactivación progresiva del sistema con las siguientes acciones clave:
• Puesta en operación de buses padrones a gas natural: Doce unidades comenzarán a restablecer el uso del carril exclusivo, facilitando la integración operativa del sistema.
• Implementación de nueva tecnología: Se centralizará el control de flota y el sistema de recaudo, mejorando la información para los usuarios y dando el primer paso hacia el futuro Sistema Integrado de Transporte Público Metropolitano (SITME).
• Inversión municipal: El Municipio de Bucaramanga destinará $8.331 millones en 2025 para cubrir costos esenciales como arrendamiento y mantenimiento de la flota, salarios de conductores, combustible, tecnología y medidas contra la evasión.
El convenio es el resultado del liderazgo del alcalde Jaime Andrés Beltrán, quien, con el respaldo de la Secretaría de Hacienda y su equipo directivo, priorizó recursos para garantizar la movilidad urbana y fortalecer un sistema de transporte sostenible, eficiente y accesible.
Este acuerdo marca un paso clave hacia la reconstrucción del transporte metropolitano, devolviendo la confianza a la ciudadanía y sentando las bases para una movilidad moderna y funcional.