Las intensas lluvias que azotan a Santander desde hace varios días han desencadenado una emergencia regional sin precedentes. Un total de 37 municipios presentan afectaciones, entre ellos 13 de la Provincia de García Rovira, que permanecen incomunicados por un derrumbe de gran magnitud ocurrido en inmediaciones del municipio de San Andrés.
La situación ha generado el colapso de vías terciarias y secundarias, deslizamientos de tierra, pérdida de banca, afectación de cultivos y riesgo inminente para comunidades rurales. Ocamonte y Suaita, en la provincia Comunera, también reportan graves daños en su infraestructura vial y viviendas.
“Estamos ante una emergencia que supera la capacidad de respuesta local. Hacemos un llamado urgente a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) para que active el envío de ayudas humanitarias, maquinaria y personal técnico que nos permita restablecer la conectividad y proteger la vida de las comunidades,” expresó un vocero de la Gobernación de Santander.
Los municipios de Málaga, Concepción, Cerrito, Carcasí, Enciso, Guaca, Macaravita, Molagavita, San Miguel, Capitanejo, El Espino, San Andrés y Aratoca enfrentan aislamiento total o parcial debido al colapso de la vía principal que los conecta con el resto del departamento. La situación ha dificultado el acceso a alimentos, medicamentos y atención médica.
• La Gobernación ha desplegado maquinaria amarilla en los puntos críticos, pero la magnitud de los derrumbes requiere apoyo nacional.
• Se están coordinando vuelos humanitarios para abastecer a las zonas más afectadas.
• La UNGRD ya ha intervenido en otras regiones del país con el envío de más de 22 toneladas de ayudas, y se espera que Santander sea priorizado en las próximas horas.
La emergencia climática en Santander exige una respuesta solidaria, articulada y urgente. Las autoridades departamentales reiteran su llamado al Gobierno Nacional y a la UNGRD para que no dejen solas a las comunidades rurales que hoy enfrentan el invierno con caminos cerrados, cultivos perdidos y necesidades básicas insatisfechas. La vida y la dignidad de miles de santandereanos dependen de una acción inmediata.








