Colombia cerró el año cafetero 2024–2025 con una cifra histórica: 14,8 millones de sacos de café de 60 kilogramos, el volumen más alto en los últimos 33 años. Este hito nacional también tiene eco en Santander, donde el gremio cafetero celebra avances significativos en renovación de cultivos, calidad del grano y proyección productiva.
Santander: más siembras, más futuro
Aunque la cosecha santandereana no alcanzó los niveles récord de 2024, el departamento logró superar su meta anual de renovación, con 5.175 hectáreas renovadas en solo nueve meses, cifra superior a la alcanzada en todo el año anterior. Según Néstor Serrano Capacho, director ejecutivo del Comité de Cafeteros de Santander, “seguramente haremos récord histórico este año en renovaciones y siembras nuevas. Eso indica que a mediano plazo, de 2 a 5 años, seremos definitivamente más cafeteros”.
Actualmente, Santander cuenta con 55.700 hectáreas sembradas, y se proyecta que en dos años podría ingresar al grupo de los cinco departamentos con mayor área cafetera del país.
Calidad y resiliencia
El café santandereano sigue destacándose por su perfil suave, balanceado y con notas frutales, características que lo posicionan en mercados especializados. La expansión de cultivos a 77 de los 87 municipios del departamento refleja no solo crecimiento, sino también resiliencia frente a los desafíos climáticos y económicos.
“Aquí en El Playón, la renovación nos ha devuelto la esperanza. El café volvió a florecer y con él, la posibilidad de que nuestros hijos se queden en el campo”, cuenta María Teresa Rueda, caficultora de tercera generación.
“La asistencia técnica ha sido clave. Antes sembrábamos sin saber, ahora entendemos el suelo, el clima y el mercado”, afirma José Ángel Gómez, productor de la provincia de García Rovira.
Exportaciones y mercado
Las exportaciones colombianas también marcaron récord: 13,3 millones de sacos, con ingresos por 5.400 millones de dólares, consolidando al café como el principal producto de exportación no minero-energético del país. Estados Unidos sigue siendo el principal comprador, seguido por Alemania, Canadá, Bélgica, Japón, Corea del Sur y China.
Lo que dice el gerente nacional
Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, atribuyó el récord productivo a la disciplina de los caficultores, la asistencia técnica profesional y las condiciones climáticas favorables. Sin embargo, advirtió que el ciclo 2025–2026 podría enfrentar una reducción por lluvias intensas y la respuesta fisiológica del cafeto tras una cosecha excepcional. “El café es un cultivo noble, pero exige equilibrio. Después de un año de abundancia, viene uno de reposo. Debemos prepararnos con inteligencia y previsión”, señaló.
El café en Santander no solo es cultivo, es legado y transformación. Jóvenes como Andrés Felipe, de la vereda El Canelo en San Vicente de Chucurí, están apostando por la tecnificación y el comercio justo. “Queremos que el campo sea una opción de vida digna, no un sacrificio”, afirma. Mientras tanto, mujeres como Rosaura Díaz, caficultora en El Socorro, lideran procesos de renovación con enfoque ambiental y comunitario. “Sembramos café, pero también sembramos respeto por la tierra y por nosotras”, dice con orgullo. Estas voces muestran que el récord cafetero no es solo una cifra: es el reflejo de una generación que está transformando el campo con conocimiento, arraigo y esperanza.