Después de cinco meses de cierre total por el confinamiento obligatorio, desde el primero de septiembre Colombia ha adelantado el proceso de retomar la actividad turística en esta nueva etapa del Aislamiento Selectivo.
El departamento es pionero en reactivación gradual y segura de la economía en el país. Esto, especialmente en el caso del turismo con la habilitación de rutas aéreas nacionales y la apertura al público de sitios icónicos como el Parque Nacional del Chicamocha, Panachi.
Las únicas actividades que continúan restringidas son los bares, las discotecas, los eventos y el consumo de alcohol en espacios públicos o en establecimientos de comercio.
Salvo que haya una restricción en un municipio de alta incidencia de COVID-19, las actividades turísticas están permitidas siempre y cuando se cumplan estrictamente los protocolos de bioseguridad.
Lo primordial en este proceso es que la apertura gradual de este sector económico se adelante bajo la conciencia, la responsabilidad y la disciplina. Por esto, es indispensable continuar exigiendo el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad por parte de las empresas y la ciudadanía.
Desde el primero de septiembre se puede realizar reservar en hoteles, pero, por supuesto, se debe cumplir con los protocolos de bioseguridad. En estos lugares se garantiza el distanciamiento social y los procedimientos de autocuidado, como lo son el llevar el tapabocas y el lavado de manos. Tanto los turistas como los empresarios del turismo deberán cumplir con los protocolos de bioseguridad.
Los viajeros que quieran recorrer alguno de los 87 municipios de Santander deben tener muy presente el autocuidado, el autocontrol y actuar con responsabilidad. Esa va a ser la única forma de garantizar que sigamos por el camino de la reapertura. Redoblemos la guardia y la precaución, así vamos a tener una reactivación duradera del sector.
Para el caso de los restaurantes, la Gobernación de Santander elaboró una Guía de Buenas Prácticas como herramienta de ayuda a los establecimientos turísticos que prestan el servicio de suministro de alimentos y bebidas. Esta guía contempla las barreras físicas de protección que deben usar tanto empleados como clientes, el proceso de limpieza y desinfección, y diferentes medidas locativas que permitirán que el establecimiento sea libre de COVID-19.