«La reforma a la salud no tendría sentido sin unos ejes fundamentales: que el dinero público se maneje públicamente y deje de ser el escenario de robos, de crisis hospitalaria, de traslado (de dinero) como hubo en el pasado al paramilitarismo, de ineficiencia en el derecho a la salud de los colombianos».
La frase es del presidente Gustavo Petro en respuesta a los partidos Liberal, Conservador y la U que decidieron no apoyar la reforma integral al sistema de salud en Colombia.
Dicen los dirigentes de esas organizaciones políticas que se apartan de la propuesta porque no fueron incluidos la totalidad de los ajustes que ellos pedían.
Entre esas solicitudes se encuentra precisamente que el dinero público destinado a la salud siga siendo administrado por el sector privado, como se hace a la fecha, a través de las Empresas Prestadoras de Salud, EPS.
Este martes tuvo lugar el primer debate en la Comisión Séptima del Congreso, pero sin resultado alguno, porque se aplazó la reunión, entre otras razones, porque fueron recusados 19 de los 21 integrantes de la célula legislativa.
Al finalizar, la ministra de Salud, Carolina Corcho precisó que respetan las decisiones del Congreso y que el debate sigue adelante. Para este miércoles se espera que los congresistas aborden nuevamente el tema y tomen una decisión definitiva: lo hunden o lo aprueban.