Piedecuesta amaneció este 5 de julio con un ambiente festivo poco común: el cumpleaños del alcalde Óscar Javier Santos Galvis se ha convertido, por iniciativa de la propia comunidad, en un motivo de celebración colectiva. No se trata de una ceremonia oficial ni de un acto protocolario, sino de un gesto espontáneo que habla de cercanía, afecto y reconocimiento.
El mandatario, oriundo de este municipio santandereano, proviene de una familia profundamente comprometida con el trabajo social. Su madre, doña Lina una lideresa comunitaria recordada por generaciones, aún vive, ahora con los achaques de los años pero con la misma fuerza espiritual que marcó a sus hijos. Su hermano, Miguel Ángel Santos, también dejó huella en el municipio cuando ocupó el mismo cargo, siendo reconocido en su momento como uno de los mejores alcaldes del departamento.
En un contexto donde la relación entre ciudadanía y dirigencia suele estar marcada por la distancia, resulta significativo que hoy los mensajes de cumpleaños, los abrazos y las muestras de cariño no vengan solo desde el círculo oficial, sino desde barrios, veredas y comunidades que sienten suyo este momento. Porque son pocos los líderes políticos que logran que la gente, de manera voluntaria, celebre con orgullo su día.
El alcalde Santos Galvis ha construido un liderazgo basado en la escucha, la presencia constante en los territorios y una firmeza que no deja de lado la empatía. Su gestión ha estado marcada por ese estilo cercano y comprometido, lo que ha fortalecido la confianza entre la administración y la ciudadanía.
La celebración de este 5 de julio tiene un matiz aún más especial. Durante meses, los piedecuestanos estuvieron a la expectativa del futuro político de su alcalde, luego de que un grupo de ciudadanos interpusiera una demanda por presunta doble militancia. La incertidumbre se disipó este viernes, cuando el Consejo de Estado falló a favor de Óscar Santos Galvis, confirmando su permanencia en el cargo hasta el 31 de diciembre de 2027.
La noticia, recibida con júbilo por sus paisanos, desató festejos espontáneos desde la tarde anterior, como si el cumpleaños del mandatario se hubiera anticipado con el respaldo de la justicia.
Desde estas líneas, sin estridencias ni exageraciones, le deseamos salud, sabiduría y fortaleza para seguir trazando con humildad el camino que Piedecuesta merece.