En Bucaramanga, tanto el Comité de Vigilancia Epidemiológica, COVE, como el Grupo de Respuesta, que están bajo la coordinación del secretario de Salud del Municipio, Nelson Helí Ballesteros Vera, adelantan en dos frentes tareas preventivas a través de capacitación en distintos sectores de la ciudad, que incluye la Terminal de Transportes, hoteles, restaurantes, centros comerciales y plazas de mercado, entre otros lugares.
De otra parte, el COVE avanza también con los controles y las recomendaciones a personas, que siendo de origen colombiano, llegaron a la ciudad y no han guardado el tiempo suficiente en aislamiento social.
Rafael Esquiaqui, epidemiólogo de la Secretaría de Salud y Ambiente de Bucaramanga, explicó que las personas, que tengan un riesgo, deben cumplir con el aislamiento y no seguir desarrollando actividades en la ciudad o en los municipios. “Están poniendo en riesgo la salud pública del Municipio y del país, así no tenga los síntomas, es mejor hacer el aislamiento”, recomendó el profesional.
Sin embargo, y para hacer cumplir esta medida de aislamiento, el Grupo de Vigilancia Epidemiológica del municipio y con el acompañamiento de la Policía Nacional verifica que los ciudadanos cumplan con la medida y no expongan a los demás.
El COVE está dejando un formato de identificación en hoteles, terminales de transportes y conjuntos residenciales para conocer cuáles personas llegaron del extranjero y especialmente de países con problemas de COVID-19.
“Que ellos sean los primeros que nos ayuden a identificar esta población, que pudo haber ingresado por tierra, y no tenemos el registro”, enfatizó.
Esquiaqui recordó algunas medidas de prevención como taparse al estornudar, lavarse las manos, limpiar y hacer desinfección con alcohol en llaves, equipos de cómputo, celulares y tabletas que están en contacto directo con la superficie. Lo más importante es buscar el aislamiento social.