La Secretaría de Salud de Santander ha informado que, a la semana epidemiológica 19, el departamento ha registrado un total de 5.180 casos de dengue, lo que ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias. Según el secretario de Salud, Edwin Prada, la tendencia al aumento exige una atención prioritaria, en especial en los municipios con mayor incidencia.
De acuerdo con el canal endémico, el comportamiento del dengue en la región supera el límite esperado, manteniéndose en estado de brote y evidenciando un incremento con relación a semanas anteriores. Esta situación ha llevado a reforzar las acciones de control en todo el territorio, con énfasis en las ciudades con mayor número de casos.
Las localidades más afectadas son Bucaramanga, Floridablanca, Girón, Piedecuesta, Barrancabermeja y Cimitarra, donde el 67% de los casos registrados han sido sin signos de alarma. Sin embargo, un 32% ha presentado síntomas preocupantes, requiriendo hospitalización, y 1% ha sido clasificado como grave, con posibles ingresos a unidades de cuidados intensivos (UCI).
Las estadísticas revelan que el 53% de los casos corresponden a hombres, mientras que el 85,9% se han reportado en áreas urbanas, lo que confirma una alta transmisión en cabeceras municipales.
Ante este panorama, el secretario de salud departamental ha insistido en la importancia de no automedicarse y acudir oportunamente a centros de salud ante cualquier síntoma. “Muchas de las complicaciones se deben a un manejo inadecuado del dengue”, enfatizó.
Municipios en alerta por brote epidémico
Actualmente, 20 municipios se encuentran en brote tipo I, lo que indica que los contagios han superado considerablemente el comportamiento histórico. Estos incluyen Barbosa, Barrancabermeja, San Gil, Vélez, Piedecuesta, Floridablanca, entre otros.
Asimismo, Bucaramanga, Sabana de Torres y Valle de San José han sido clasificados en brote tipo II, debido a un incremento significativo en los casos. Mientras que Aratoca, Cimitarra, Lebrija, Rionegro y otros cinco municipios se encuentran en alerta epidemiológica, requiriendo acciones preventivas inmediatas.
Ante la emergencia, las autoridades continúan implementando estrategias de control y prevención, incluyendo campañas de educación, eliminación de criaderos y fortalecimiento de la atención médica en las zonas más afectadas. La comunidad es clave en esta lucha, por lo que se insta a la población a adoptar medidas de prevención y acudir a los centros de salud ante cualquier síntoma.
Para prevenir la propagación del dengue, es fundamental eliminar los criaderos de mosquitos en viviendas y espacios públicos, evitando el agua estancada en recipientes, llantas y jardines. Las autoridades han reforzado campañas de fumigación y concientización, pero el éxito depende del compromiso comunitario: es crucial que los ciudadanos adopten hábitos como el uso de repelente, ropa protectora y mosquiteros, además de reportar síntomas a los centros de salud para un tratamiento oportuno. La acción conjunta entre gobierno y comunidad es clave para reducir los contagios y proteger la salud pública.