Javier Ochoa es un reciclador que desde hace una década se dedica a la recolección de cartón y vidrio que resultan de las actividades nocturnas en el sector de ‘Cuadra Play’ en Bucaramanga.
Sus elementos de trabajo no son más que un par de guantes y una carreta o «zorra» a la que llama «La querida» porque según cuenta él mismo, es como su pareja, porque le ayuda a mover el material de reciclaje hasta el punto de acopio donde lo vende. Con el resultado de la venta, Javier paga su sustento y además la educación de su hijo de 11 años de edad.
Javier Ochoa también es reconocido porque a través de la red social X, pública el día a día de su trabajo como reciclador y en la que precisamente, el jueves anterior en su cuenta @javyerochoa, subió un vídeo en el que registra como funcionarios y contratistas de la Alcaldía de Bucaramanga, retienen a su «querida» carreta en un operativo de control del espacio público.
Lo curioso de esta situación es que fue el mismo Javier a través de su cuenta de X, quien denunció que personas en condición de calle y otras extranjeras, estaban afectando su trabajo y la tranquilidad en el sector del parque San Pío de Cabecera, debido a que también buscaban entre los desechos, la oportunidad de ganarse el sustento diario, sin importarles la conservación del aseo y afectando la convivencia.
Ante esta queja, desde el área de espacio público de la Secretaría del Interior, se coordinó el operativo del que resultó la aprehensión de varios elementos de reciclaje y entre estos, «la querida» carreta de Javier.
Según cuenta el afectado, de nada sirvieron sus explicaciones de lo que estaba sucediendo y del error que cometían al recoger la «zorra» de su propiedad. Incluso, manifiesta que recibió maltrato por parte de un funcionario de la Secretaría del Interior al que identificó como Gerardo Hernández Patiño, coordinador del operativo.
Aprovechando el alcance de sus redes sociales, Javier puso en conocimiento de la Personería municipal de esta situación y desde allí lograron mediar para que al día siguiente (viernes), le devolvieran su zorra «querida».
Sin embargo, esto no sucedió porque según le dijo el funcionario, «estaba ocupado con el estudio del Plan de Desarrollo Municipal», manifestó el reciclador.
Lo cierto es que hasta hoy lunes, Javier no ha podido recuperar a su zorra «querida» y mucho menos recoger el reciclaje que es la base de su sustento. Desde la semana anterior ha sobrevivido gracias a sus ahorros con los que también ha cumplido con el compromiso de su pequeño hijo, mientras espera una pronta solución por parte de las autoridades en cuestión.