Seguidores del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tomaron este domingo por la fuerza los edificios de los tres poderes: la sede del palacio del Gobierno, el Congreso y de la Corte Suprema, hecho que generó el rechazo internacional.
Al igual que Bolsonaro, sus simpatizantes no aceptan el resultado electoral que brindó el triunfo en las urnas al actual presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el pasado 1 de enero.
El ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, autorizó el uso de la Fuerza Nacional en la seguridad de la capital ante la amenaza de acciones violentas y afirmó que «no prevalecerá» la voluntad de los bolsonaristas radicales.
De inmediato reaccionó el Gobierno Nacional y en palabras de Lula da Silva “Todos los vándalos serán encontrados y castigados”, al tiempo que firmó un decretó de intervención en el Distrito Federal tras el ataque de fuerzas bolsonaristas.
“Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados”, reafirmó el mandatario, quien responsabilizó al expresidente Jair Bolsonaro, de alentar estos ataques.
La violencia en Brasil fue similar a la invasión del Capitolio de Estados Unidos hace dos años por partidarios del expresidente Donald Trump.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y líderes latinoamericanos rechazaron los actos violentos en Brasil y expresaron su apoyo al actual presidente del gigante sudamericano, Luiz Inácio Lula da Silva.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que la situación en Brasil era “escandalosa”. “Condeno el asalto a la democracia y al traspaso pacífico del poder en Brasil. Las instituciones democráticas de Brasil cuentan con todo nuestro apoyo y no debe socavarse la voluntad del pueblo brasileño. Espero seguir trabajando con Lula”, escribió el mandatario en Twitter.
El presidente de Colombia Gustavo Petro expresó: «Toda mi solidaridad a @LulaOficial y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática.»