La visita del presidente Gustavo Petro a Bucaramanga este viernes 29 de agosto estuvo marcada por retrasos, movilización masiva y tensiones en la Plaza Cívica Luis Carlos Galán. Aunque el ingreso al evento estaba previsto desde las 11:00 a.m., el mandatario llegó cerca de las 5:00 p.m., tres horas después de lo anunciado oficialmente.
Bajo un clima cambiante, entre el sol intenso del mediodía y la lluvia intermitente de la tarde, cientos de personas esperaron durante horas la llegada del presidente. La Plaza Cívica se convirtió en un espacio de resistencia ciudadana, donde adultos mayores, líderes comunales y simpatizantes del gobierno permanecieron de pie, algunos con sombrillas improvisadas, otros cubriéndose con pancartas, y sillas, mientras se prolongaba la espera.
La escena reflejaba tanto la expectativa por los anuncios presidenciales como la capacidad de aguante de quienes, desde muy temprano, habían sido convocados al lugar.
Durante los 40 minutos que permaneció en la tarima, Petro estuvo acompañado por varios ministros y funcionarios del gabinete, en el marco del lanzamiento de la estrategia “Dignidad Mayor”, que busca ampliar los subsidios para adultos mayores en situación de vulnerabilidad. El acto incluyó anuncios sobre el aumento en las transferencias del programa Colombia Mayor, que pasarán de 80 mil a 230 mil pesos mensuales para mujeres mayores de 70 años y hombres mayores de 75.
La Plaza Cívica se llenó con miles de asistentes, muchos de ellos transportados en buses provenientes de distintos municipios, según denuncias en redes sociales y medios locales. Una vez finalizado el discurso presidencial, se repartieron cajas con refrigerios entre los asistentes, en una logística que también fue coordinada por entidades del gobierno nacional.
A un costado de la plaza, grupos opositores se manifestaron desde el Parque Santander y marcharon por la calle 36, coreando consignas contra el gobierno y expresando su inconformidad con las reformas propuestas por el Ejecutivo. La protesta fue acompañada por presencia policial, incluyendo unidades del antiguo Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), lo que generó tensión entre los manifestantes y el dispositivo de seguridad.
La jornada dejó en evidencia la polarización política que atraviesa el país, con una plaza dividida entre el respaldo institucional y la crítica ciudadana. Bucaramanga fue, por unas horas, el reflejo de un país que escucha, protesta y espera.








