En una decisión que reafirma el compromiso del Estado colombiano con la erradicación de la violencia de género, un juez penal del Circuito de Bucaramanga condenó a Mario Andrés Daza Pelayo a 8 años y 3 meses de prisión, tras avalar el preacuerdo suscrito con la Fiscalía General de la Nación. El procesado aceptó su responsabilidad en el delito de homicidio agravado en grado de tentativa, luego de atacar con arma blanca a una mujer en el municipio de Piedecuesta.
Los hechos ocurrieron el 15 de octubre de 2019 en el barrio Chacarita, cuando Daza Pelayo abordó a una pareja en vía pública y, tras recibir una negativa a su exigencia de dinero, agredió brutalmente a la mujer con un arma cortopunzante. La víctima fue trasladada de urgencia a un centro hospitalario, donde logró sobrevivir gracias a la atención médica oportuna. Sin embargo, las secuelas del ataque incluyen una incapacidad de 35 días y una deformidad física permanente.
La Fiscalía sustentó el caso bajo el enfoque de género, considerando la agresión como un intento de feminicidio, en línea con la Ley 1761 de 2015, que tipifica este delito como autónomo y exige una respuesta penal ejemplar. La condena impuesta refleja la voluntad institucional de aplicar la ley sin contemplaciones frente a quienes atentan contra la vida y la integridad de las mujeres.
Daza Pelayo deberá cumplir su pena en centro carcelario, sin beneficios de detención domiciliaria. La decisión judicial envía un mensaje claro: la violencia machista no tiene cabida en una sociedad que avanza hacia la reparación, la equidad y la protección efectiva de los derechos de las mujeres.
Esta condena se suma a otras acciones institucionales recientes en Santander que buscan erradicar la violencia de género y garantizar justicia para las víctimas. La Fiscalía y el poder judicial han reiterado su compromiso con la aplicación rigurosa de la Ley de Feminicidio, sin contemplaciones ni beneficios para los agresores.
La decisión judicial envía un mensaje claro: la violencia machista no tiene cabida en una sociedad que avanza hacia la reparación, la equidad y la protección efectiva de los derechos de las mujeres.