La crisis del sistema hospitalario en Bucaramanga ha alcanzado un punto crítico. La Secretaría de Salud, encabezada por Claudia Mercedes Amaya, ha emitido una alarma urgente sobre el inminente colapso de la red hospitalaria, exigiendo respuestas concretas del Gobierno Nacional y del Congreso de la República.
La Alcaldía de Bucaramanga insta a la Comisión Séptima del Senado a tomar acciones inmediatas frente a la asfixiante crisis económica que amenaza la prestación de servicios de salud en la ciudad. La acumulación de cartera impagada por parte de aseguradoras del SOAT, EPS intervenidas, la ADRES y el Régimen Especial ha dejado a clínicas y hospitales al borde del colapso, mientras miles de pacientes continúan llegando a las salas de urgencias en busca de atención que podría no ser garantizada.
“La vida y la salud de los bumangueses están en riesgo”, advirtió la funcionaria, señalando que el deterioro del sistema hospitalario podría derivar en un aumento alarmante de la mortalidad si no se toman medidas urgentes. La falta de recursos para garantizar una atención de calidad pone en peligro a cientos de ciudadanos diariamente.
La administración municipal demanda del Gobierno Nacional un plan de rescate efectivo y una reestructuración financiera que permita la sostenibilidad de los hospitales y clínicas, evitando una tragedia sanitaria de proporciones incalculables. Bucaramanga no puede seguir esperando: se requiere acción inmediata para proteger la vida y el bienestar de la comunidad.
La crisis hospitalaria no solo es un problema de las instituciones de salud, sino de toda la ciudadanía. A pesar del llamado de alerta emitido por las autoridades locales, la indiferencia ante esta emergencia podría agravar aún más la situación. Es momento de que la comunidad bumanguesa se una en una sola voz, exigiendo respuestas claras y acciones efectivas por parte del Gobierno Nacional y el Congreso. La defensa del derecho a la salud es una causa colectiva, y solo con el apoyo y la presión de la sociedad se logrará una solución real para evitar el colapso del sistema hospitalario. ¡Bucaramanga no puede esperar más!