En medio de crecientes cuestionamientos sobre la autonomía del gobierno local, el alcalde encargado de Bucaramanga, Eduard Sánchez, aseguró que la salida del secretario del Interior, coronel (r) Gildardo Rayo, no obedeció a órdenes del gobernador de Santander. El pronunciamiento busca disipar rumores sobre presiones externas en la toma de decisiones administrativas, pero abre una pregunta de fondo: ¿tiene el mandatario local plena libertad para gobernar sin padrinazgos?
“La salida del coronel (r) Gildardo Rayo del gabinete municipal no obedeció a presiones del gobernador”, afirmó el alcalde encargado Eduard Sánchez, en respuesta a los rumores que circulan desde el pasado viernes. Sin embargo, voces ciudadanas como la de la veeduría Bucaramanga Transparente advierten que “la falta de claridad en los nombramientos debilita la confianza institucional”. A esto se suma que, según cifras del Observatorio de Gobernanza Local, el 42% de los bumangueses considera que el gobierno municipal está influenciado por intereses políticos externos. En este contexto, el llamado a la autonomía no es solo ético, sino urgente.
La ciudadanía bumanguesa merece respuestas claras. Bucaramanga no puede seguir siendo administrada bajo lógicas de favores políticos ni de cuotas de poder. A menos de dos años para culminar el cuatrienio, lo que está en juego no es solo la estabilidad del gabinete, sino la credibilidad del proyecto de ciudad.
Es momento de que el alcalde defina con claridad los márgenes de autonomía de sus secretarios de despacho. Si hay temas políticos que deben asumirse, que lo hagan quienes tienen la vocería institucional para ello. Pero que no se convierta en costumbre que los mandatarios, en lugar de fortalecer la dignidad de sus cargos, se distraigan opinando sobre lo divino y lo humano, mientras los asuntos urgentes de la ciudad se estancan.
La ciudadanía exige resultados, no excusas. Y el llamado es directo: señor Eduard Sánchez, gobierne con rigor, delegue con confianza y permita que cada cartera asuma sus responsabilidades. Las minucias, que las resuelvan sus secretarios. Bucaramanga necesita liderazgo, no espectáculo.








