Con la firma del convenio 119 y una carta de intención con el Metro de Medellín, Metrolínea inicia su fase de reactivación con buses a gas natural, nueva tecnología y promesas de eficiencia.
¿Qué opinan los usuarios?
En un esfuerzo por recuperar la movilidad metropolitana y superar la crisis del Sistema de Transporte Masivo (Sitm), el Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) y el Municipio de Bucaramanga firmaron el convenio 119, que marca el inicio de una nueva etapa para Metrolínea. El acuerdo incluye una alianza estratégica con la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá – Metro de Medellín Limitada, que brindará asistencia técnica en planificación, operación, mantenimiento y fortalecimiento institucional.
¿Qué contempla el convenio?
• Fase 1 de transición: Se pasa de la contingencia a una etapa de reactivación operativa.
• Flota inicial: 12 buses padrones a gas natural comenzarán a operar en carriles exclusivos.
• Tecnología integrada: Se implementará control centralizado de flota, recaudo electrónico y mejor información al usuario.
• Inversión pública: El Municipio de Bucaramanga destina $8.331 millones para arrendamiento de vehículos, salarios, combustible, mantenimiento y subsidios.
¿Qué dice Metrolínea?
John Manuel Delgado Nivia, director del AMB, calificó el pacto como “una oportunidad única para avanzar hacia un servicio digno, eficiente y sostenible”. Recalcó que se redoblarán los controles de tránsito para proteger los carriles exclusivos de Metrolínea, y que se adoptarán buenas prácticas del modelo antioqueño, reconocido por su cultura Metro.
¿Qué rutas cubrirá?
Aunque aún no se ha publicado el mapa definitivo, la prioridad será restablecer las rutas troncales que conectan Bucaramanga con Floridablanca, Girón y Piedecuesta, especialmente aquellas que quedaron desatendidas tras la salida de los operadores Movilizamos S.A. y Metrocinco Plus en febrero de 2025.
¿Y los usuarios?
Las opiniones están divididas. Algunos celebran el regreso de buses modernos y la posibilidad de una operación más confiable. Otros temen que los cambios no sean suficientes si no se garantiza continuidad, seguridad y respeto por los carriles exclusivos.
“Ojalá esta vez sí funcione. Ya hemos tenido muchas promesas y pocos resultados”, comenta María Teresa Rueda, usuaria habitual de la ruta Provenza – Centro.
“Lo importante es que nos escuchen. Que no sea solo entre alcaldes y empresas, sino con nosotros los que usamos el sistema todos los días”, reclama Jairo Mantilla, líder comunal en Girón.