En respuesta a las preocupaciones ciudadanas por las llamadas “caravanas del terror” y los riesgos asociados a la rumba del 31 de octubre, las autoridades del área metropolitana de Bucaramanga anunciaron un robusto operativo de seguridad que contará con 3.500 uniformados desplegados en puntos estratégicos.
Durante el consejo metropolitano de seguridad realizado este miércoles, se definieron cinco medidas clave para garantizar una celebración segura y sin alteraciones del orden público. Entre ellas se destacan:
• “Plan Candado”: cierre y control de accesos a la ciudad, con apoyo de la Quinta Brigada del Ejército.
• Puestos de control en vías principales para prevenir caravanas de motociclistas disfrazados que suelen generar caos y temor.
• Militarización parcial en zonas de alta afluencia nocturna, incluyendo barrios con antecedentes de riñas o alteraciones.
• Vigilancia especial en zonas comerciales y de rumba, con patrullajes mixtos entre Policía y Tránsito.
• Protección prioritaria a menores de edad, con presencia policial en parques y zonas residenciales.
El alcalde encargado, Javier Sarmiento Olarte, asumió el liderazgo del operativo tras convocar un consejo metropolitano de seguridad. En sus primeras declaraciones, hizo un llamado a la ciudadanía para evitar caravanas no autorizadas y reportar cualquier situación sospechosa. “La prioridad es proteger a las familias y garantizar que Halloween se viva con alegría, no con miedo”, expresó.
La estrategia busca no solo prevenir hechos violentos, sino también restablecer la confianza ciudadana en el uso del espacio público durante esta fecha emblemática. Las autoridades invitan a celebrar con responsabilidad y a priorizar actividades familiares y comunitarias.
Este 31 de octubre, que la seguridad sea tarea de todos. Las alcaldías del área metropolitana están llamadas a liderar con cercanía y prevención, activando redes de apoyo comunitario, patrullajes barriales y espacios seguros para niñas, niños y jóvenes. Desde los barrios, los líderes sociales pueden ser vigías del respeto y la convivencia, promoviendo celebraciones familiares y alertando ante cualquier riesgo. Que Halloween no sea una noche de miedo, sino de confianza ciudadana. La seguridad empieza en casa, se fortalece en la calle y se multiplica con el compromiso de todos.







