La madrugada del lunes 8 de septiembre se tiñó de tragedia en el Anillo Vial entre Bucaramanga y Girón. Bibian Andrea López Sánchez, una joven de 22 años, fue arrollada por un conductor en estado de embriaguez mientras se movilizaba en su motocicleta eléctrica. El impacto fue fatal. Bibian sufrió un trauma craneoencefálico severo y, tras ser trasladada a la Clínica Foscal, se confirmó su muerte cerebral.
Pero en medio del dolor, su familia tomó una decisión que transformó la tragedia en esperanza: donaron sus órganos para salvar otras vidas. Según el equipo médico, hasta 54 personas podrían beneficiarse de esta donación múltiple, que incluyó corazón, riñones, hígado, córneas y tejidos.
“Bibian siempre fue generosa. Rescataba animales, ayudaba a quien lo necesitara. Esta decisión honra su espíritu”, expresó su padre, Ángel Adrián López, con la voz quebrada pero firme.
El conductor, en libertad
El presunto responsable, identificado como Eduardo José López Jiménez, dio positivo en la prueba de alcoholemia. Sin embargo, fue dejado en libertad por inconsistencias en el procedimiento de entrega voluntaria ante la Fiscalía, lo que impidió su captura en flagrancia. La familia de Bibian exige justicia y que su muerte no quede impune.
“No queremos venganza, queremos verdad, justicia y que esto no vuelva a pasar. Que la muerte de Bibian no sea solo una cifra más”, agregó su madre, rodeada de amigos y vecinos que han acompañado el duelo.
Una vida que sigue dando vida
Bibian Andrea no solo deja un vacío en su familia, sino también una huella imborrable en quienes recibirán sus órganos. Su historia se convierte en símbolo de generosidad y conciencia ciudadana frente a la tragedia evitable del alcohol al volante.
Hoy jueves, a las 4:00 de la tarde, se llevó a cabo el sepelio de Bibiana Andrea López Sánchez, la joven que perdió la vida en un trágico accidente de tránsito en Girón. Familiares, amigos y miembros de la comunidad se reunirán para rendirle un último homenaje, en medio de un profundo sentimiento de dolor, pero también de gratitud por el legado de vida que dejó a través de la donación de sus órganos.








