A partir del próximo domingo 27 de abril, el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) de Bucaramanga se queda sin buses tras la finalización del contrato con Metrocinco Plus S.A., operador que hasta ahora gestionaba la flota de Metrolínea. Este contrato, que originalmente incluía 140 buses, culmina con solo tres vehículos en operación.
Fredy Cubides, gerente de Metrocinco Plus, explicó que los problemas financieros y una deuda de 2.400 millones de pesos llevaron a la paralización de los buses. «Paramos el sábado y cerramos este capítulo», afirmó, dejando incierta la operación del SITM.
En una junta extraordinaria realizada el miércoles 23 de abril, Metrolínea presentó un plan de acción para mantener el sistema operativo. Según Emiro José Castro, gerente de Metrolínea, el gobierno nacional insiste en una solución metropolitana que involucre a los alcaldes del área. Mientras tanto, la Alcaldía de Bucaramanga aportará más de 5 mil millones de pesos para el alquiler de 11 buses, de los cuales 10 estarán en operación entre las estaciones Norte y Provenza.
El alcalde Jaime Andrés Beltrán descartó el uso de buses convencionales en el carril exclusivo debido a incompatibilidades técnicas. Se prevé que los nuevos vehículos sean traídos desde Medellín o Cali, como parte de un convenio con empresas interesadas.
La crisis también afecta la gerencia del SITM, ya que su actual gerente renunciará el 27 de abril. Además, la deuda de Metrocinco con los bancos asciende a 65 mil millones de pesos, lo que complica aún más la situación.
Por ahora, las estaciones en funcionamiento son Quebradaseca, San Mateo, Chorreras, Provenza, Cañaveral y portal Piedecuesta. La renovación de la flota y el diseño de un nuevo modelo de transporte masivo, que podría incluir monorrieles, metros o buses eléctricos, serán claves para garantizar la continuidad del servicio.