Las cabañuelas son una tradición ancestral utilizada para predecir el clima durante el año. Los pueblos antiguos solían utilizar las cabañuelas como un método para pronosticar el tiempo. Este método consiste en observar y analizar los cambios climáticos y las condiciones atmosféricas durante los primeros días de enero para predecir cómo será el clima durante los meses siguientes.
En algunos lugares, se utiliza un calendario específico que comienza el 13 de diciembre y finaliza el 24 del mismo mes. Cada día se registra y se interpreta como una indicación del clima para el mes correspondiente en el próximo año. Por ejemplo, el clima observado el 13 de diciembre se considera una predicción para enero del próximo año, el clima observado el 14 de diciembre se considera una predicción para febrero, y así sucesivamente. En otros casos, se utilizan los primeros 24 días de agosto para hacer las predicciones. Cada día se extrapola a cada quincena de los meses siguientes, lo que permite tener una idea general del clima durante el año.
A lo largo de la historia, diferentes culturas las han practicado de diversas maneras. En algunos lugares, se utilizan objetos como piedras o nueces para representar los días del mes de enero, y se observa cómo se comportan esos objetos para predecir el clima de los meses posteriores. En otros casos, se utilizan los cambios en la naturaleza, como la floración de ciertas plantas o la llegada de determinadas aves migratorias, como señales para hacer predicciones climáticas.
Hay que resaltar que estas han sido transmitidas de generación en generación como una tradición oral, y cada región puede tener sus propias variaciones y métodos para realizar estas predicciones. Algunos incluso han creado calendarios específicos basados en las cabañuelas, que detallan las predicciones para cada día del año.
En Colombia, se acude a los primeros doce días de enero para pronosticar cómo será el comportamiento del clima en cada mes del año. De este modo, las cabañuelas se basan en la observación de diferentes fenómenos naturales, como la dirección del viento, la temperatura, la humedad y la presencia de ciertos animales o plantas en determinadas fechas. Estos datos se interpretan para hacer predicciones sobre el clima futuro. Es importante tener en cuenta que las cabañuelas son consideradas una tradición y no una ciencia exacta. Aunque algunas personas creen en su capacidad predictiva, no existe evidencia científica sólida que respalde su eficacia.
Las cabañuelas han perdurado a lo largo del tiempo, a pesar de los avances científicos en la meteorología. Aunque hoy en día confiamos en modelos y tecnología para predecir el clima, muchas personas todavía se aferran a las cabañuelas como una forma de conectar con la naturaleza y las tradiciones de sus antepasados.