Según la OMS: “El acto de recibir alimentos sólidos o líquidos (excepto medicamentos en gotas y jarabes) diferentes a la leche materna.”
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) refiere que “la lactancia materna junto con alimentación complementaria se convierte en la intervención preventiva de mayor impacto en la sobrevida del niño, su crecimiento y desarrollo “.
La alimentación complementaria debe responder a los siguientes interrogantes:
Por qué:
Porque después de los seis meses, la leche materna, no es suficiente.
Cuándo:
En nuestro contexto social y epidemiológico, se debe recomendar la introducción de alimentos complementarios hasta los seis meses de edad, siguiendo las recomendaciones de la OMS para la promoción de lactancia materna exclusiva.
Las diferentes sociedades como la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (Espghan), Sociedad Norteamericana de Gastroenterología y Hepatología y Nutrición Pediátrica (Naspghan), recomiendan entre las 17 y 26 semanas de vida (No antes, no después) acorde a la maduración renal, inmunológica, gastrointestinal y neurológica.
Muy importante identificar signos de desarrollo y destrezas para iniciar la alimentación complementaria como:
- Sostén cefálico.
- Sentarse con/sin apoyo.
- Interés por texturas (por ejemplo, llevarse juguetes a la boca).
- Interés en alimentos (se acerca) o rechazo (se aleja).
- Envía la comida de adelante hacia atrás de la lengua.
- Sube y baja los labios cuando se le quita la cuchara.
- El reflejo de extrusión y búsqueda disminuye.
- Reflejo nauseoso disminuye.
Qué y cómo:
El tipo de alimento con el cual se inicia, Depende de factores sociales, culturales, geográficos y económicos.
Lo verdaderamente importante es cubrir nutrientes críticos como: Energía, hierro, Zinc, Vitamina A y Calcio.
Un buen alimento complementario es aquel que aporte energía, proteínas y micronutrientes, particularmente los considerados como críticos, además que no sea picante ni salado, que lo pueda comer con facilidad, que sea de su gusto y también que esté disponible localmente y sea asequible.
Sugerencia de introducción
Edad | Alimentos a introducir |
6 a 7 meses
Alimentos ricos en Hierro, Vitamina A, calcio y Zinc |
Carne: ternera, pollo, pavo, cerdo, res, hígado
Verduras, frutas (no hay un orden de introducción). Cereales: arroz, avena, quinua, trigo, maíz, centeno, cebada, galletas, pastas, cereales precocidos fortificados |
7 a 8 meses | Leguminosas: fríjol, garbanzos, habas, lentejas, arvejas. |
8 a 12 meses | Huevo, pescado |
Mayor de 12 meses | Leche entera, alimentación familiar |
Textura y consistencia
Edad | Consistencia |
6 a 7 meses | Purés, papillas |
7 a 8 meses | Purés, picados finos, machacados |
8 a 12 meses | Picados finos, trocitos |
Más de 12 meses | Alimentación familiar |
Muy importante que antes de los 10 meses ya se hayan introducido consistencias grumosas.
Se carece de evidencia suficiente y convincente que valide la necesidad y las ventajas de restringir alimentos con potencial alergénico, tales como huevo, pescado, trigo, durante el primer año de vida en niños sanos o en los que tengan antecedentes familiares de alergias, como mecanismo de protección para el desarrollo de estas. Ensayos clínicos controlados, aleatorizados, cegados, han demostrado que no solo NO se debe retrasar la introducción de algunos alimentos, sino que hacerlo, incrementa el riesgo de alergias alimentarias.
Para prevenir la posibilidad de alergias lo que sí se indica es:
- Continuar con la lactancia materna paralela con los nuevos alimentos.
- Probar uno por uno con diferentes alimentos.
- No introducir varios alimentos al tiempo
- El aumento en la incidencia de alergias es cuando se introducen antes de los 4 meses y varios alimentos al tiempo.
Cuánto:
Se debe considerar la cantidad teniendo en cuenta que la capacidad gástrica corresponde a 30 gramos o 30 cc (una onza) por kg de peso, como referencia. Sin embargo, al iniciar se indica que se haga en pequeñas porciones (1-2 cucharaditas) y se aumente según tolerancia y aceptación. Lo más importante en aprender a interpretar las señales de hambre y saciedad, a saber:
Hambre:
- Llorar
- Movimientos de piernas y brazos de excitación.
- Abrir la boca.
- Acercar la boca o la cabeza a la cuchara.
- Tomar la comida y llevarla a la boca.
- Sonreír y ver al cuidador durante la comida, lo que indica, que quiere continuar
Saciedad:
- Quedarse dormido.
- Irritabilidad durante la comida.
- Disminuir la velocidad con la que coma.
- Escupir o rechazar el alimento.
- Pegarle a la cuchara o alejarla
- Cerrar la boca cuando la cuchara se acerca
Frecuencia de Alimentación sugerida
Para evitar la oferta a toda hora
Edad | Frecuencia sugerida |
6 a 7 meses | 2-3 v/día |
7 a 8 meses | 3 v/día |
8 a 12 meses | 3 a 4 v/día |
Más de 12 meses | 4 a 5 v/día |
Recomendaciones adicionales:
- Animar, pero no forzar a que coma.
- El rechazo a nuevos alimentos es frecuente por lo tanto se debe intentar entre 15 y 20 veces y en diferentes preparaciones.
- Evitar distractores para favorecer el contacto visual.
- Permitir que coja con sus manos los alimentos para que experimente de forma segura texturas, olores y sabores, verificando previamente la temperatura de éstos y garantizando manos muy limpias.
- Ofrecer con paciencia y mucho amor.
- No adicionar sal, azúcar ni condimentos a las preparaciones.
- Evitar la oferta de alimentos duros y/o porciones grandes por el riesgo de atoramiento.
- No ofrecer leche de vaca antes del año de edad por el riesgo de anemia.
- Limitar la oferta de jugos hechos en casa, a 2 onzas en todo el día.
- Ofrecer agua después de la oferta de cualquier alimento complementario, en vaso o con cucharita.
- Establecer horarios de alimentación, y siempre ofrecer en el comedor.
- Continuar con la oferta de leche materna hasta que la madre e hijo/hija lo decidan, el mayor tiempo posible.