Con el acompañamiento y asesoría de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga -CDMB, se realiza el proceso de desembalse de la represa de Bocas, en el río Lebrija, perteneciente a la Electrificadora de Santander – ESSA – EPM.
Esta represa está instalada en el centro poblado Bocas, del municipio de Girón, y su caudal permite mover cuatro generadoras de energía hidráulica ubicadas en la planta de Palmas, para producir 18 megavatios, manifestó, Armando Castillo Jiménez, ingeniero de operación de Generación de Energía de la ESSA.
Lucila Uribe, profesional del Grupo Élite Ambiental para la Sostenibilidad, – GEA de la CDMB, dijo que el desembalse de la represa inició el pasado 1 de agosto y se ejecutará durante 10 días seguidos, de 7:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, y corresponde al segundo desembalse que se hace este año, en cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental.
La funcionaria añadió que, para realizar este desembalse, previamente se hizo la socialización de las actividades correspondientes con las comunidades ubicadas, aguas abajo del río Lebrija, lográndose su aprobación.
“Se socializó y aprobó, el proceso por parte de los actores involucrados, que son las comunidades, asociaciones de pescadores, areneros artesanales, representantes de la Agencia Nacional de Acuicultura y Pesca – AUNAP-, administraciones municipales, ESSA y la CDMB”, dijo Lucila Uribe, quien agregó que en “esas reuniones de socialización se aprueba la fecha de desembalse, teniendo en cuenta que se debe realizar, solo en temporada de lluvia”.
Para el desembalse de la represa, la ESSA efectúa la apertura gradual de las compuertas del fondo del embalse, liberando toda la carga de residuos, sedimentación y demás elementos arrastrados por las aguas y depositado en la represa.
Durante los 10 días que dura el proceso de desembalse, la CDMB hace un monitoreo de la calidad del agua en tres puntos estratégicos de control, ubicados en: Remolinos/Balso, Palmas y El Conchal. “En cada punto de control se toman muestras y monitoreos in situ de PH, temperatura, sólidos sedimentables, turbiedad y oxígeno disuelto”, para determinar la calidad del agua, expresó la ingeniera.
También afirmó que en cada punto de control se realiza monitoreo de las especies de fauna acuática, que incluye toma de talla, peso y estado de las agallas. Esto se hace en peces vivos o muertos.
Jesús Evelio Sánchez, coordinador del Grupo de Gestión del Riesgo de la CDMB, informó que, adicionalmente, desde la Subdirección de Gestión del Riesgo y Seguridad Territorial, “se está realizando un contrato de consultoría que tiene por objeto evaluar el nivel de contaminación del río Lebrija, con la incidencia del desembalse de la represa de Bocas con el que se complementa el actual protocolo en dicho lugar.
El proceso inició en el año 2022 y contó con la participación y aporte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, (MADS), la Electrificadora de Santander, (ESSA), la Gobernación de Santander, Corporación Autónoma Regional de Santander, (CAS), el municipio de Lebrija y en articulación con el Consorcio Bocas”, expresó, Sánchez Sánchez.
El funcionario agregó que, para el desembalse de la represa, y las consecuencias atribuidas históricamente a este proceso, el estudio desarrollado arrojo un diagnóstico ambiental mucho más amplio que generó una serie de proyectos que a mediano y largo plazo, contribuyen a iniciar la recuperación del río Lebrija “por lo cual la CDMB realizó tres momentos de socialización en los centros poblados aledaños al río Lebrija, como son: Bocas, municipio de Girón; Conchal y Vanegas, en Lebrija; Provincia, Sabana de Torres, y San Rafael de Lebrija y San José de los Chorros, de Rionegro” con el fin de que la comunidad se apropie de los resultados .
Este informe subraya el compromiso y la diligencia de la CDMB en la atención y mitigación de los riesgos ambientales en la región.