“Aproximadamente son 34 mil millones de dólares que se distribuirían en la transición energética, que es lograr 100 por ciento de energía limpia para Colombia y mucha energía limpia exportable para el mundo, con lo cual podríamos reemplazar nuestras divisas que hoy salen del carbón y del petróleo.
“Adicionalmente inversiones en turismo y en una economía productiva de industria y agricultura limpias, es decir, que no utilicen ni carbón ni petróleo ni gas y que puedan, a través de sus productos, competir con mucha fuerza en el mercado mundial, si hablamos de exportar, y en la economía colombiana en su mercado interno”.
Así lo anunció el presidente Gustavo Petro Urrego en una declaración a periodistas que cubren la COP28, luego de la presentación del ‘Portafolio de liderazgo para la acción climática y la transición socioecológica y energética justa’ del país, realizada junto al equipo de gobierno en el stand de Colombia en la sede de la cumbre en Dubái.
En materia de adaptación al cambio climático, el mandatario indicó que Colombia está interesado en inversión estratégica para rescatar la selva amazónica, recuperar los grandes espacios del agua y avanzar en una nueva política de poblamiento, al igual que en reforma agraria y ciudades resilientes frente a la crisis climática.
No más contratos de exploración, se respetarán los vigentes
Durante la presentación del portafolio, el presidente Gustavo Petro reiteró que “Colombia ha decidido no firmar más contratos de exploración en carbón, petróleo y gas. Esto es de intenso debate en Colombia. No significa que nos quedemos sin el petróleo y sin el carbón, pues ya hay carbón, petróleo y gas en explotación y ya hay muchísimos contratos de exploración firmados antes en vigencia”.
“El hecho de que la decisión política sea no firmar nuevos contratos de exploración significa que hemos puesto un límite en el tiempo”, que es la transición hacia una economía descarbonizada en la que está comprometido el país como senda para estabilizar la temperatura del planeta y afrontar la crisis climática, sostuvo.
Cambiar divisas fósiles por divisas limpias
El jefe de Estado expuso ante los inversionistas internacionales, académicos, ambientalistas, filántropos y representantes gubernamentales, presentes en el stand, que el objetivo del país, bajo el Gobierno del Cambio, es reemplazar progresivamente las divisas fósiles –basadas en la exportación de carbón y petróleo– por divisas limpias generadas por actividades descarbonizadas o bajas en carbono.
Precisó que turismo verde, energías limpias, reindustrialización, transformación del campo, movilidad limpia, generación de conocimiento y educación, conectividad y fibra óptica y biodiversidad y protección ambiental se destacan dentro de las actividades priorizadas en el portafolio de Colombia.
Dichas actividades “son fundamentales en la transición hacia la descarbonización, en la cual nos podrían ayudar Estados y organizaciones filantrópicas”, enfatizó.
Turismo verde belleza
“Lo que nosotros encontramos en el corto plazo es precisamente ese verde y esa belleza” de nuestro país, que “hoy puede ser mostrada no solamente a través de las fotos sino de la presencia física de muchísimas personas que del mundo pudieran ir allá a Colombia a observarla”, expuso.
Se trata de “un turismo ecológico y observador, contemplador de la belleza. Es una actividad semi-rentable, en la cual el país, si aquí nos ayudan, podría lograr un monto de divisas suficiente, por ejemplo, para reemplazar toda la extracción de carbón”.
“Se necesitan ocho millones de turistas. Nosotros estamos alcanzando cinco. Es decir, no es mucho. Y es mucha la belleza para lograr un objetivo económico de corto plazo: acrecentar el turismo que en general solo puede llegar por avión, por pistas aéreas. Aquí se necesita una infraestructura para desarrollar pistas aéreas internacionales junto a la belleza”.
Energías limpias
Sostuvo que Colombia tiene la potencialidad de exportar energías limpias, como la eólica y la solar, al igual que el hidrógeno verde, aprovechando la disponibilidad de viento, agua y sol en territorios como La Guajira, lo mismo que las ventajas en posibilidades de transporte de esas energías limpias por barco o red eléctrica.
“Esto significa una infraestructura” en la que podría participar la inversión internacional, bajo principios como la asociatividad y las comunidades energéticas, para que las ganancias beneficien a la población, subrayó.
Reindustrialización
“Nuestro interés no solamente es hacia la exportación sino hacia la industrialización de Colombia”, dijo y explicó que una parte de energía limpia debe quedarse para “iniciar procesos de industrialización y agroindustrialización del país”.
“Una industria nueva”, cuya base es la fibra óptica, el conocimiento y la educación y la movilidad limpia, “pilares de una industrialización que es fundamental si queremos la construcción de prosperidad social en una de las sociedades más desiguales del mundo, cuya desigualdad ha llevado a una de las violencias más grandes del mundo”, puntualizó.
Recursos para la adaptación
“Aquí hay una necesidad fundamental de articulación humana para cuidar la selva amazónica y finalmente hay una necesidad también para nosotros de adaptar nuestra población a la crisis climática”, dijo.
Resaltó que “el agua es un eje rector de la adaptación de la humanidad respecto a la crisis climática. Nosotros le hemos llamado a esto liberar los espacios del agua y ordenar el territorio alrededor del agua, que es una sabia enseñanza de la humanidad desde su inicio. Para Colombia y para muchos países eso vale muchísimo dinero”.
Enfatizó que se trata de un dinero que “la sola economía colombiana no es capaz de tener y que cada vez es más costoso. A veces se pone el sombrero para pedir limosna a los fondos. Nosotros creemos que no hay que pedir limosna, sino que hay que reformar el sistema financiero mundial. Si nosotros tenemos un menor pago de deuda, nosotros podríamos resolver con recursos colombianos la adaptación a la crisis climática”.
Reformar el sistema financiero
“Por eso nuestra propuesta desde hace varios meses es que estas reuniones que llamamos COP deberían buscar como un objetivo la reestructuración del sistema financiero mundial”, dijo.
Indicó que la pandemia del covid-19 “nos enseñó que es posible emitir derechos especiales de giro o reducir el riesgo de las calificadoras sobre la deuda u otros mecanismos financieros que permitan reducir la carga fiscal de los países, todos en la Tierra, para que ganen recursos que puedan ser invertidos en la acción climática”.
“En el caso de Colombia estos recursos tendrían que ver con la adaptación, es decir, con salvar la vida en el territorio ante la variabilidad climática, que ya se ha producido y que es irreversible”, concluyó el presidente de Colombia.