La FCV, en colaboración con la Universidad Industrial de Santander (UIS), ha logrado un avance significativo en el tratamiento de cardiopatías congénitas pediátricas a través de la aplicación de la tecnología de impresión tridimensional de corazones. El desarrollo, liderado por la Dra. Diana Patricia Fajardo Jaramillo, cirujana cardíaca pediátrica, junto con Sully Viviana Calderón Ortiz, tesista de Maestría en Innovación y Diseño de la Escuela de Diseño Industrial, y Duván Fonseca Abril, estudiante de Doctorado en Ingeniería de la Escuela de Ingenierías Eléctrica, Electrónica y Telecomunicaciones- E3T (ambos bajo la guía de la directora de la Escuela de Diseño Industrial, Clara Isabel López Gualdrón), propició una comprensión más profunda de un caso clínico complejo y posibilitó una planificación quirúrgica precisa.
El proyecto se inició con un desafío: una bebé de cuatro meses con una cardiopatía congénita compleja. La Dra. Fajardo describe la complejidad del problema: “El corazón era muy grande, con una comunicación anormal entre las cámaras cardíacas. El corazón se divide en 4 cámaras, dos al lado derecho y dos al izquierdo; dos en la parte superior que llamamos aurículas y dos en la parte inferior, que se denominan ventrículos. En esta paciente la aurícula derecha se estaba conectando con el ventrículo izquierdo, y la aurícula izquierda con el ventrículo derecho; adicionalmente tenía un hueco entre los ventrículos. Para corregir esta anomalía se requería redireccionar los flujos dentro del corazón creando varios túneles, los cuales en las condiciones específicas de este corazón no estábamos seguros se pudieran realizar con un buen resultado”.
El equipo médico se enfrentó al desafío de obtener una claridad diagnóstica mediante procedimientos como ecocardiogramas, cateterismos y tomografías. En la búsqueda de una solución innovadora, decidieron considerar el uso de la impresión tridimensional como una herramienta adicional para entender mejor este corazón y sus posibilidades de reparo.
La cirujana destaca: “Reactivamos un convenio que teníamos con la UIS, con el Departamento de Diseño Industrial. Ellos ya venían trabajando en biomodelos, específicamente en impresión 3D de partes sólidas del cuerpo, como huesos en ortopedia y cirugía maxilofacial. Tenían interés en empezar a imprimir en tejidos blandos y considerando la situación de esta paciente en particular, se involucraron en el proyecto, y así comenzamos a trabajar juntos para hacer realidad la impresión de corazones 3D».