El presidente Gustavo Petro consideró que el ataque cibernético que afecta a más de 50 entidades estatales y compañías colombianas es un reflejo de “guerras entre empresas privadas”, consecuencia de “la nueva libertad del mercado a escala mundial”.
Indicó que los piratas informáticos que provocaron esta situación, atacaron “a la empresa con la cual contrataron hace algún tiempo diversas entidades colombianas”.
En diálogo con periodistas en la ciudad de Nueva York, en el marco de la 78ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el jefe de Estado colombiano puntualizó que, “por destruir esa empresa, u otra que todavía está por investigarse, a escala mundial, afectaron a tres países, no solo a Colombia”,
Los perjuicios sufridos por el ciberataque, por igual, afectaron no solo a entidades públicas nacionales, sino también a privadas, explicó.
Lo que demuestra esta situación, dijo el presidente Petro, es que la empresa atacada por los hackers “no tenía las medidas de ciberseguridad en sus propias plataformas, algoritmos que llaman ahora, y demuestra su debilidad. Es decir, que incumple sus contratos”.
Por esta razón el Gobierno del Cambio había propuesto al Congreso en el Plan Nacional de Desarrollo crear una agencia de ciberseguridad, “y algún muy inteligente congresista, dijo que eso era para chuzar personas y dañó la aprobación”.
Explicó que esa agencia tenía por objeto defender al país, a las personas y a su información personal.
Las bases de datos afectadas “pueden ser irradiadas, publicadas, utilizadas, incluso con fines ilícitos. La ciudadanía debe tener seguridad alrededor del uso, cada vez más extendido, de este tipo de aparatos que usan algoritmos y plataformas de software”.
Los autores de ese ataque, agregó, “son personas que saben hacer eso. Digamos, no es cualquier ciudadano, son personas expertas en el manejo de programación, y de cualquier parte del mundo. Muchos, digamos, trabajan para cosas lícitas, pero otros se venden. Es un mercenarismo y hay empresas dispuestas a pagarles para atacar y destruir otras empresas. Es una competencia baja, digamos, en el mundo ultra tecnológico que tenemos hoy”.