A dos meses del incendio ocurrido en las veredas Guatiguará y Mensulí en el municipio de Piedecuesta, así como en el sector de la Mesa de Ruitoque en Floridablanca. Un equipo interdisciplinario de profesionales de la Autoridad Ambiental, en la que estuvieron biólogos, ingenieros ambientales, forestales, geólogos y médicos veterinarios, se pusieron al frente de las visitas de campo para determinar las afectaciones a la fauna, la flora, al recurso hídrico, al suelo y al aire, una vez se controló 100% el incendio. Así mismo, como Autoridad Ambiental, se entregaron las recomendaciones necesarias para preservar y conservar el ecosistema, además de utilizar diferentes estrategias de restauración ecológica, rehabilitación y recuperación de acuerdo con el Plan Nacional de restauración.
El paso del Fenómeno de El Niño en Santander, acompañado de causas antrópicas que originaron estos eventos, dejó como resultado una gran afectación el en bosque seco. Las imágenes más desoladoras se registraron el pasado 20 de enero del presente año, en la autopista que de Bucaramanga conduce a Piedecuesta.
Los resultados no son nada alentadores en los municipios de Floridablanca y Piedecuesta, área metropolitana de Bucaramanga, donde 18 especies de flora resultaron afectadas.
Según los profesionales pudieron constatar que fue un incendio de cobertura vegetal de tipo superficial el cual afectó 203,9 hectáreas en total, correspondientes a 197.01 hectáreas del municipio de Piedecuesta (96.62%) y 6.89 hectáreas del municipio de Floridablanca (3.38%). ubicadas entre los 925 y los 1.290 msnm.
Cabe mencionar que los predios afectados fueron en total 40, pero de estos, 14 hacen referencia a un porcentaje del 90.09%.
Las investigaciones por parte del cuerpo de Bomberos de Piedecuesta establecieron que el lugar de origen del evento se encuentra en el extremo nororiental del área afectada, teniendo como referencia la autopista Bucaramanga – Piedecuesta, kilómetro 7, en la vereda Mensulí, municipio Piedecuesta. Allí se propagó el fuego, afectando parcialmente predios de propiedad privada.
Recurso flora afectado: entre las especies que se afectaron se encuentran más de 18 especies unas de ellas son: tuno o mortiño, manchador, noro, guayabo cimarrón, gramíneas, yarumo gaque, copillo, guque, cucharo, pino, gallinero, helecho arbóreo, cordoncillo, bambú, helecho marranero y acacia.
En cuanto recurso fauna: se logró observar algunas aves rapaces, posiblemente halcones gavilanes, de igual forma se logró identificar algunas aves como atrapamoscas y cucaracheros que son importantes para el control de poblaciones de insectos y el control de plagas en cultivos agroforestales. Durante las visitas se observó los restos calcinados de mamíferos y algunas aves.
Recurso hídrico: se identificaron varios drenajes cuya cobertura o zona de protección se vio afectada por los incendios. En el área afectada existen 36 corrientes hídricas que forman parte del entorno natural de la Cuenca Alto Lebrija. 16 corrientes hídricas de la microcuenca del río Hato y 20 fuentes hídricas del entorno natural de la microcuenca del río Frío.
Recurso aire: este incendio generó un aumento en las concentraciones del PM 2.5 principalmente en la estación del Sistema de Vigilancia de la Calidad de Aire (SVCA) de la CDMB que se encuentra ubicada en el municipio de Piedecuesta. La concentración estuvo sobre los 35 µg/m3 el día 20 de enero de 2024, estando muy cerca del límite normativo de 37 µg/m3 establecido en la Resolución N° 2254 de 2017 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Las recomendaciones de la autoridad ambiental consisten en un Plan de restauración donde se involucre la comunidad.
Para la recuperación del área degradada se deben utilizar diferentes estrategias de restauración ecológica, rehabilitación y recuperación de acuerdo con el Plan Nacional de restauración, integrando las comunidades a los proyectos.
Vincular a la academia para formular e implementar proyectos de investigación respecto a estudios fenológicos y de propagación de las especies nativas encontradas ya que la mayoría son dispersadas por la fauna y son escasos los estudios de protocolos de propagación.
En las propuestas o planes de restauración y recuperación, se recomienda el acompañamiento y evaluación de la CDMB, al igual que utilizar especies nativas orientadas al bioma de referencia, debido a que estas permiten la recuperación de la estructura ecológica y el aporte de bienes y servicios ecosistémicos.
Asimismo, realizar plan de monitoreo para seguir periódicamente la regeneración natural, acompañada de estudios de suelo en diferentes gradientes altitudinales y así poder evidenciar la recuperación del área degradada. Este monitoreo puede llevarse a cabo de manera general o mediante el establecimiento de parcelas representativas.
Se prohíbe a la comunidad en general, turistas y caminantes, encender fogatas en zonas de bosques, cultivos y pastos, dejar colillas mal apagadas o residuos tipo vidrio que sirvan como elementos concentradores de la radiación solar.
Sobre las áreas Protegidas y Ecosistemas Estratégicos existentes en la jurisdicción de la CDMB, se hace necesario no permitir el ingreso de ganado o pastoreo, la realización de quemas o fogatas, la disposición final de residuos sólidos y la introducción y manejo de organismos genéticamente modificados y de especies invasoras.
El informe técnico detallado sobre las acciones y análisis llevados a cabo tras la emergencia del incendio forestal se presentó por parte del director de la CDMB, Juan Carlos Reyes Nova y el grupo de profesionales que realizaron las visitas de inspección al sector, ante los presidentes de Ruitoque Condominio UIC.