Por cuarta vez, fue radicado ante el Congreso el proyecto de Ley que busca prohibir de manera definitiva la explotación de yacimientos no convencionales y la técnica del fracking en el país, y que ordene además, la formulación de una “Política de transición energética justa”.
Según Alianza Colombia Libre de Fracking, la iniciativa cuenta con el respaldo de más de 70 congresistas de varios partidos y del Gobierno de Gustavo Petro, producto de un trabajo mancomunado de quienes comparten los propósitos de defender la naturaleza, el agua y la vida; los derechos ambientales de las presentes y futuras generaciones, y de enfrentar de manera efectiva la crisis climática.
Para los congresistas firmantes, la iniciativa busca detener los proyectos piloto de fracking que impulsó el Gobierno anterior en Puerto Wilches, Santander y que, según ellos, pasaban por encima de la oposición expresada masivamente por los habitantes al poner en riesgo el agua, la salud y la biodiversidad del Magdalena Medio.”
La iniciativa garantiza, al mismo tiempo, la continuidad de la explotación convencional de petróleo y gas, que es necesaria para una transición energética justa”. Además, “el proyecto no solo logra blindar los territorios de los conocidos peligros asociados al fracking, sino también los que podrían materializarse con la explotación de arenas bituminosas, que tienen el potencial de afectar delicados ecosistemas de la cordillera oriental y de los llanos”.