El Presidente de la República, Iván Duque Márquez, rindió este miércoles un homenaje a Horacio Serpa Uribe y dijo que el dirigente liberal, fallecido en octubre pasado, siempre será recordado como un caballero y un guerrero de la política.
El Jefe de Estado encabezó un acto en la Casa de Nariño en memoria del excandidato presidencial y exministro santandereano, al que asistieron su esposa, Rosita Moncada de Serpa, y sus hijos, entre ellos el senador Horacio José Serpa, y uno de sus amigos, el exgobernador del Atlántico Eduardo Verano de la Rosa.
“Siempre lo recordaremos no solamente como un caballero, sino como un gran guerrero de la política”, manifestó el Jefe de Estado, quien evocó distintos momentos de la vida de Serpa Uribe, decisivos en la historia reciente de Colombia.
Afirmó que “sin lugar a dudas dejó una huella imborrable en nuestro país”.
“Hablar de Horacio Serpa Uribe es hablar de un patriota, es hablar de un político coherente, de convicciones, es hablar de una persona que en todos los eslabones de su vida tuvo esa genuina preocupación por los más necesitados, y que siempre luchó por lo que creía”, expresó el Presiente Duque.
Recordó que siendo Procurador General de la Nación, “levantó su voz, siempre férrea, siempre firme, para denunciar atropellos de los violentos”
“Y cómo, también, tuvo el dedo inquisidor para advertirle al país lo que se estaba cocinando en el Magdalena Medio, con algunos grupos armados que, con el pasar de los años, se convirtieron en otra amenaza más a la estabilidad de la Nación”, indicó Duque.
Destacó que Serpa, nacido en Bucaramanga en 1943, se distinguió como juez, senador, Ministro de Gobierno y más tarde del Interior, Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, varias veces candidato presidencial, director del Partido Liberal, Embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y Gobernador de Santander.
El Mandatario recordó que Horacio Serpa, al promulgarse la Constitución de 1991, “hacía una invitación a que fuera esta Carta un vehículo para cerrar las diferencias profundas en nuestro país, y que no existiera jamás, la justificación de la violencia, para enarbolar causas en este territorio”.