Mientras las luces comienzan a adornar los balcones y los villancicos se cuelan por las ventanas, Bucaramanga se prepara para una elección atípica. El próximo 14 de diciembre, en medio de una de las épocas más emotivas del año, los ciudadanos tendrán en sus manos una decisión que va más allá del espíritu festivo: elegir al alcalde que conducirá la ciudad durante los próximos dos años.
¿Por qué votar en medio de diciembre? Porque el futuro no espera
La tentación de postergar el deber cívico por las celebraciones es real. Pero esta elección no es menor. Aunque el periodo es corto, el alcalde que resulte electo tendrá el poder de orientar el rumbo de la ciudad en temas urgentes: seguridad, movilidad, empleo, salud pública y participación ciudadana. No votar es cederle ese poder a otros. Y Bucaramanga, con sus retos y potencial, merece una ciudadanía activa, crítica y comprometida.
¿Qué perfil buscan los bumangueses? ¿Qué proponen los candidatos?
Ocho aspirantes se disputan el liderazgo local. Entre ellos hay exconcejales, exfuncionarios, periodistas, abogados y representantes de diversos movimientos políticos. Algunos prometen continuidad, otros renovación. Pero más allá de los nombres, el bumangués busca un perfil que combine honestidad, capacidad de gestión, sensibilidad social y visión regional. Un líder que escuche, que no improvise, que entienda que gobernar es servir.
Cuidado con los encantadores de culebras
La campaña, como suele ocurrir, está llena de promesas. Algunas realistas, otras mágicas. Es aquí donde la memoria ciudadana debe activarse. Bucaramanga ha sido testigo de discursos seductores que luego se desvanecen en el aire. Por eso, más que escuchar, hay que verificar. ¿Qué hizo ese candidato antes? ¿Cómo ha gestionado lo público? ¿Qué redes lo respaldan? ¿Qué tan viable es lo que propone?
Lo que no puede faltar: participación, vigilancia y exigencia
Esta columna no busca decir por quién votar, sino recordar que el voto es apenas el inicio. Elegir bien implica informarse, debatir, preguntar. Pero también acompañar el proceso después del 14 de diciembre. Bucaramanga necesita ciudadanos que no solo voten, sino que vigilen, propongan y defiendan lo público.
Un regalo para la ciudad: votar con conciencia
En esta Navidad, además de los abrazos y los buñuelos, regalémosle a Bucaramanga una elección digna. Que el 14 de diciembre no sea solo una fecha en el calendario, sino una jornada de esperanza, de memoria activa y de compromiso con el futuro.








