La movilidad en Bucaramanga enfrenta una nueva crisis tras la terminación del contrato con Metrocinco Plus, dejando a Metrolínea sin los únicos tres buses padrones con los que venía operando. Ante esta situación, el Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) activó un plan de contingencia con vigencia inicial de un mes, buscando minimizar el impacto en los usuarios mientras se define la reestructuración del sistema.
El director del AMB, John Manuel Delgado, advirtió sobre los factores que han llevado a esta crisis: «La falta de decisiones a tiempo, la debilidad institucional y la pérdida de calidad en la operación nos han traído hasta este punto. Frente a los hechos, el AMB como autoridad de transporte declaró la afectación grave del servicio”.
Para enfrentar la contingencia, el AMB definió tres líneas de acción clave:
• Reorganización de rutas y modificación temporal de frecuencias, priorizando los corredores estratégicos para garantizar un mínimo de oferta de transporte.
• Articulación con empresas de transporte público colectivo (TPC) a través de acuerdos comerciales para cubrir las zonas afectadas por la pérdida de capacidad operativa de Metrolínea.
• Implementación de un esquema de transición con buses padrones arrendados, rehabilitación progresiva de estaciones y un modelo integrado con el TPC.
Mientras se ejecutan estas medidas de emergencia, el AMB ha iniciado la estructuración legal y financiera de un nuevo Sistema Integrado de Transporte Metropolitano (SITME). Delgado enfatizó que la viabilidad del nuevo sistema depende de la articulación financiera entre las cuatro alcaldías del área metropolitana, pues actualmente solo Bucaramanga aporta recursos para su sostenimiento.
El llamado a los gobiernos locales es clave para evitar que la crisis se profundice. «Toda propuesta de transformación, incluida la visión del presidente Gustavo Petro, requiere estudios, diseños y financiamiento. Este proceso tomará tiempo y exige recursos» añadió Delgado.
Por lo pronto, a partir del domingo 27 de abril, los buses dejarán de circular por el carril exclusivo y en las 9 estaciones que aún operan. Las autoridades locales esperan que en un mes se estabilice la operación y que las soluciones temporales permitan mitigar el impacto de la crisis en el transporte masivo de la capital santandereana.