En marzo del 2013 el ingeniero Rodolfo Hernández Suárez subió al quinto piso de la Alcaldía de Bucaramanga, donde sin anunciarse abrió la puerta del despacho del entonces Alcalde Lucho Bohórquez y, sin saludarlo le dijo: ”Lucho vengo a decirle que voy aspirar a la Alcaldía de Bucaramanga y a manifestarle que empiezo la campaña la semana entrante en los barrios del norte”.
El abogado y entonces funcionario le respondió, primero que era muy prematuro porque las elecciones serían en dos años y segundo que eso debería ser un proceso. “Es que no vengo a pedirle consejos, vengo a comunicarle y también decirle que no necesitaré su apoyo”.
Una semana antes de esta escena, Rodolfo reunió a sus amigos en la tienda de la calle 45 con 29 de Bucaramanga, entre ellos a Norberto Morales Ballesteros, Nacho Vega, Sergio Mestre Sarmiento, Aquiles Torres Bretón, Gustavo Villamizar y su hermano Gabriel Hernández Suárez, también ingeniero pero filósofo de afición.
Rodolfo le propuso a su hermano que asumiera una candidatura a la Alcaldía de Bucaramanga porque a todos los que él apoyaba no daban la talla. Gabriel dijo que no era su deseo y lo propuso a él, pero le señaló: “Si es usted yo lo apoyo, le armo el programa de gobierno e inclusive ya le tengo el lema de la campaña: Lógica, ética y estética”.
Dos semanas después el ingeniero Rodolfo Hernández invitó a su apartamento en el penthouse de Cabecera a un almuerzo a los contertulios de la tienda, pero solo fueron Nacho, Norberto y Aquiles.
Luego, durante año y medio todos los días, incluyendo sábados, Rodolfo invitaba a almorzar a representantes de la comunidad, a políticos, estudiantes, amas de casa, mototaxistas, conductores, periodistas.
Esa campaña a la Alcaldía fue muy singular por la forma de hacerlo, porque no colocó una sola valla, ni avisos en la calle, sino que comenzó a utilizar el Facebook para explicar sus propósitos de lucha contra la corrupción, donde mencionaba a cada uno de los concejales de la época, la mayoría liberales, de ser autores de contratos multimillonarios por debajo de la mesa.
Entre tanto sus contendores Carlos Ibáñez Muñoz, Jan Carlos Alvernia y Sergio Isnardo Muñoz hacían la política tradicional.
Un día, al término de un almuerzo, el ingeniero Rodolfo les indicó a los periodistas que el asunto era muy difícil pero “que si no ganaba en esas elecciones al menos dejaba un precedente “. Las encuestadoras lo colocaban en tercer lugar después de Ibáñez y Alvernia.
El último domingo de octubre del 2015 Rodolfo Hernández sorprendió a todos al irse a Nueva York, porque pensó que si ganaba la Alcaldía lo matarían los corruptos a quienes combatió. “Yo supe ocho días antes que ganaría la Alcaldía porque recorrí con Antonio Sanabria, la periodista Ruby Morales y otros amigos los barrios del norte de Bucaramanga y descubrí en sus ojos brillantes que esa gentecita pobre me apoyaría pese a que los politiqueros de siempre llegaban con tulas”, indicó al programa ‘DE BUENA FUENTE’ del Canal TRO, grabado en la Casa del Libro Total.
En su Alcaldía el ingeniero rendía cuentas cada ocho días a la ciudadanía a través del Facebook live y en esos directos denunciaba con nombres propios a todo el que se le cruzaba.
Al terminar su mandato como consecuencia de sus complicaciones disciplinarias con la Procuraduría, por las demandas de los afectados, decidió descansar unos meses pero también en ese espacio del TRO dirigido por el periodista Juan Carlos Ordóñez, anunció que sería candidato a la Presidencia de la República. En pocos meses se volvió un fenómeno en el país, dejando a su paso a figuras políticas como Sergio Fajardo o Fico Gutiérrez.
Terminada esa vibrante jornada electoral en julio del 2022, Rodolfo se hizo un chequeo estricto de salud donde le descubrieron gastritis y problemas en el colon, pese a ser diabético. No fue disciplinado en sus tratamientos situación que le complicó demasiado la salud.
Este Domingo 1 de septiembre a las 10:35 de la noche murió en la UCI del Hospital Internacional de Colombia, que redactó a la 1:00 de la tarde de este lunes el comunicado dando a conocer la información.
Fueron pocos meses de gloria porque estuvo a punto de ser el segundo santandereano en ser Presidente de Colombia. El primero fue el Barichara Aquileo Parra.