Hoy, todos los medios de comunicación en Colombia titulan: «Colombia gana millonaria demanda contra minera canadiense Eco Oro Minerals.» Este titular, que resuena con esperanza y orgullo, es el resultado de años de lucha incansable por parte de un grupo de ambientalistas comprometidos que, como yo, hemos dedicado nuestras vidas a proteger el Páramo de Santurbán y los derechos de nuestras comunidades.
La historia detrás de esta victoria se remonta al financiamiento otorgado por la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, miembros del Grupo del Banco Mundial, a la minera Eco Oro Minerals. En 2016, después de una evaluación exhaustiva por parte del Ombudsman de Cumplimiento (CAO), el proyecto fue retirado silenciosamente. Sin embargo, Eco Oro no se dio por vencida y anunció su intención de demandar a Colombia, un proceso que se ha extendido hasta hoy.
Lo que muchos no saben es que este triunfo no es solo el resultado de un fallo judicial favorable, sino el fruto del trabajo permanente y arduo de un grupo de ambientalistas que hemos defendido, con uñas y dientes, la integridad de nuestro querido Páramo de Santurbán. Este ecosistema vital no solo suministra agua a más de dos millones de habitantes en Norte de Santander y Santander, sino que también alberga una biodiversidad invaluable que habría sido irremediablemente vulnerada por la explotación minera.
Como única representante santandereana en el Comité para la Defensa del Agua y del Páramo de Santurbán, he tenido el honor y la responsabilidad de llevar la voz de nuestras comunidades a los foros más altos. Desde 2009, este comité ha sido una plataforma social incansable en la defensa de nuestros ecosistemas. En nuestras reuniones, donde se planificaban estrategias y se recopilaban evidencias, me fue encomendada la tarea de presentar nuestra queja ante la CAO. Con el respaldo de una sólida investigación realizada por todos los equipos del Comité, argumentamos la necesidad urgente de revisar la financiación del proyecto minero.
Esta victoria es un testimonio del poder de la unidad y la persistencia. Es un reconocimiento a todos aquellos que han luchado en las trincheras de la defensa ambiental, desde los líderes comunitarios hasta los jóvenes activistas que han marchado por nuestras calles, exigiendo justicia y sostenibilidad.
Hoy, celebramos una victoria que va más allá de lo económico. Celebramos la protección de nuestro Páramo de Santurbán, la garantía de agua limpia para nuestras futuras generaciones y la preservación de un ecosistema que es parte integral de nuestra identidad. Este es un triunfo de la naturaleza sobre la avaricia, de la comunidad sobre el interés corporativo, y de la justicia sobre la explotación.
El trabajo no termina aquí. Continuaremos vigilantes, defendiendo cada rincón de nuestros paisajes naturales y asegurando que la voz del pueblo siempre sea escuchada. Porque en cada gota de agua y en cada planta del páramo, late el corazón de Colombia.
Editorial: Carmen Elisa Balaguera / Socióloga y Periodista. Representante del Comité para la Defensa del Agua y del Páramo de Santurbán.