En el municipio de Cimitarra, Santander, donde se encuentran más de un millón de cabezas de ganado, se está botando la leche que se produce, esto debido a la falta de compradores.
La causa a su vez es que en supermercados el producto mantiene un alto costo de comercialización, por tal motivo han bajado sus ventas. A su vez las empresas que procesan la leche lo están comprando a 900 el litro, siendo un negocio no rentable para el sector.
El productor prefiere botarla o dejársela a los terneros, perdiendo diariamente una cantidad de más de 50mil litros de leche y no es posible regalarla ya que causaría problemas de salud en las personas al no tener un proceso fitosanitario para que pueda ser consumido.
Según la directora de Asoleche Ana María Gómez, el consumo ha venido decreciendo: “Ya vamos para tres años de una caída en el consumo muy sensible, estamos hablando de 2022 en 9% y el 2023 en 6% y este año la cosa no está repuntando”, afirmó.
El gremio pide ayuda al Gobierno Nacional frente a esta situación, en una carta enviada a la ministra de Agricultura el pasado 17 de abril de 2024.
La leche producida en Santander es comercializada a varias partes del país donde es procesada, como Bogotá y parte de la Costa Atlántica.