En abril de 2014 recibió un corazón artificial, siendo la primera persona en Latinoamérica en obtener este tipo de implante. Este procedimiento, realizado en el HIC Instituto Cardiovascular, marcó un antes y un después en su vida, permitiéndole desafiar las expectativas y redefiniendo el significado de vivir con una enfermedad cardíaca terminal.
“Estos 10 años he sido muy feliz. Yo no me imaginé vivir tanto con este nuevo corazón. He podido viajar con mi familia, amigos y compartir con las personas que tanto quiero”, afirma la mujer.
Para el médico Leonardo Salazar, director del Programa de ECMO y Asistencia Ventricular del HIC Instituto Cardiovascular, este nuevo año de la santandereana con su dispositivo es mucho más que un motivo de alegría y celebración. “Estos años con ella han sido una aventura llena de sorpresas y de emociones. Cielo tenía una probabilidad de morirse en el siguiente año mayor al 90% y nos enfrentamos a muchas incertidumbres, pero hoy podemos decir que este implante es exitoso. Ella recuperó su independencia, su autonomía y su calidad de vida”.