El gerente del Hospital Universitario de Santander (HUS), Julián Niño, indicó que esta capacidad instalada va a aliviar la ocupación en Bucaramanga y el área metropolitana, “en el HUS teníamos 15 camas de cuidado intensivo, después de esta entrega quedamos con 50 camas más. Las 15 que siempre tuvimos las destinamos en este momento a no COVID. Esta capacidad se amplía en un muy corto tiempo”.
Con estos respiradores mecánicos el personal de la salud puede brindar los cuidados necesarios a cada uno de los pacientes positivos en estado crítico. Sin embargo, el llamado es al autocuidado, y a reportar rápidamente los casos, “el pasar por estas unidades no es nada fácil para los pacientes, requieren unas largas estancias y amplios períodos de rehabilitación y recuperación”, señala el médico Internista del HUS, Germán Acevedo.
Asimismo, Aguilar Hurtado explicó que la tasa de letalidad en el departamento se ha reducido levemente a un 4%, y un 83% de los pacientes se han recuperado de COVID-19, “hemos venido articulando el trabajo con la sala situacional, con los profesionales de la salud y centros asistenciales para seguir garantizando que podamos atender oportunamente a nuestros pacientes”.
Por su parte, el subgerente de servicios médicos del HUS, Carlos Ibarra manifiesta que en este momento la Secretaría de Salud Departamental ha hecho un enorme esfuerzo por cumplir con el plan de expansión hospitalaria, “pero esta puede ser limitada, y nunca será suficiente si no se cumple con las medidas sanitarias como el aislamiento en casa, el lavado de manos, el uso de tapabocas y el distanciamiento, principios básicos de la corresponsabilidad social”.