De acuerdo con cifras de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, en Colombia hay 12.170 víctimas de minas antipersonal y municiones sin explosionar, registradas entre 1990 y 2022. De estos, más de 5 mil son civiles y 7.400 son integrantes de la Fuerza Pública. El año 2006 fue el más crítico ya que los eventos afectaron a 1.288 víctimas, lo que equivale al 10,58 % del total general.
Históricamente, según datos oficiales, hasta febrero de este año, en Colombia se han registrado 12.429 víctimas de minas antipersonal, 98 de ellas en 2023. Los civiles son la población más afectada (60 % de las víctimas), una tendencia que se mantiene desde 2017. Aunque la cifra oficial de víctimas y accidentes se redujo por tercer año consecutivo, los eventos que involucraron artefactos explosivos se duplicaron, de 489 en 2022 a 929 en 2023.
En el encuentro ‘Los aportes de la acción integral contra minas antipersonal a la construcción de paz en Colombia’, que tuvo lugar en el Auditorio Jaime Hoyos de la Universidad Javeriana, se hizo un llamado a una Colombia sin minas antipersonal, revelando que el 81% del territorio nacional está libre de minas antipersonal.
En más de 300 municipios se han desarrollado operaciones de desminado humanitario. La cifra oficial de víctimas y accidentes se redujo por tercer año consecutivo en el país.
Nathalie Ochoa, coordinadora del programa de Acción Integral Contra Minas Antipersonal (AICMA), de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), expresó que «la transformación territorial sin minas antipersonal es crucial para avanzar hacia un entorno libre de estos artefactos». La coordinadora resaltó la importancia de la acción contra minas antipersonal como un factor habilitante para la paz y el desarrollo.
Por su parte, Catalina Velásquez, oficial del Servicio de Acción contra Minas de Naciones Unidas (UNMAS) y colíder del Área de Responsabilidad de Acción contra Minas (AdR AcM), enfatizó que «es necesaria la inclusión de la acción contra minas en los diálogos de paz», para frenar la utilización de estas armas por parte de los grupos armados no estatales.
Hoy se sabe que 81 % del territorio nacional está libre de minas antipersonal. Esta cifra fue presentada, a propósito de la conmemoración del 4 de abril, Día Internacional de Sensibilización contra las Minas Antipersonal, en Bogotá, al que asistieron diferentes organizaciones humanitarias y entidades gubernamentales.
Entre los avances en la lucha contra este flagelo, se destaca la descontaminación de 14.186.382 metros cuadrados de tierra. En más de 300 municipios se desarrollaron operaciones de desminado humanitario y 960.782 personas han recibido información sobre cómo prevenir accidentes a través de actividades del programa Educación en el Riesgo de Minas Antipersonal.
Colombia es el único país de América en donde las guerrillas y otros grupos armados ilegales emplean estas armas a pesar de que su uso se encuentra prohibido por el Derecho Internacional Humanitario y la Convención de Ottawa. Colombia suscribió y ratificó este tratado mediante la Ley 759 de 2002.
Sin embargo, Colombia presenta aún grandes retos en la materia, pues sigue siendo uno de los pocos países donde se fabrican e instalan todavía artefactos explosivos como método de guerra, a pesar de estar prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario.
El Gobierno nacional, consciente de la importancia de la acción contra minas para la construcción de la Paz Total, ha implementado diversas iniciativas para la descontaminación de territorios y la prevención de accidentes.
En este contexto, las organizaciones humanitarias y el Gobierno han reiterado su compromiso con la protección de la vida de las comunidades afectadas por la presencia de minas antipersonal y artefactos explosivos. Exhortan a los grupos armados a cesar su uso, cumpliendo con los principios del Derecho Internacional Humanitario.
Hoy 4 de abril, cuando se conmemora el Día Internacional de Sensibilización contra las Minas Antipersonal el homenaje es para los miles de víctimas que han sido afectada en un país como Colombia que ocupa el sexto lugar en el mundo de víctimas general, y el segundo lugar en el número de víctimas de la Fuerza Pública.