En su declaración de este martes 23 de enero, ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, el exgobernador de Santander, Hugo Aguilar Naranjo, hizo importantes revelaciones no solo de su actuar como oficial de la Policía Nacional y miembro del Bloque de búsqueda que persiguió hasta la muerte al narcotraficante Pablo Escobar, sino también sobre su incursión en el escenario político del departamento.
La intervención del coronel, correspondió a la citación para rendir una versión ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP, dentro del proceso de solicitud que hizo para acogerse a esa justicia.
Con respecto a lo que fue la persecución y dar de baja al más temido narcotraficante de la época, Aguilar Naranjo dijo que la recompensa ofrecida en ese momento, le fue entregada a los hombres que participaron en el operativo, “Los cinco mil millones que ofrecía el Gobierno Nacional por la captura o muerte de Pablo Escobar, a nosotros los 23 hombres nos distribuyeron los cinco mil millones de pesos. Recomendaciones era no hacer alarde de este dinero. De allí salieron los recursos de mi patrimonio”, puntualizó el exgobernador ante los magistrados.
En lo que respecta a lo que fue su participación en la actividad política de Santander, Aguilar relató hechos de los que ya había dado luces ante la Comisión de la Verdad, reconociendo sus nexos con paramilitares de la región y usarlos para así poder llegar a la administración departamental.
“A través del constreñimiento al elector, recibí el apoyo para la elección como gobernador de Santander. Siendo un hombre de experiencia, me dejé llevar por las malas prácticas de los políticos tradicionales y la avaricia del poder”, expresó el solicitante ante la JEP.
Entre otros temas y de manera puntual, la declaración de Hugo Aguilar reveló los siguientes detalles sobre hechos ocurridos en el departamento de Santander y que son de su pleno conocimiento:
Dijo que los hermanos Cortés, reconocidos líderes de Barbosa, fueron castigados «a fuete» por el jefe paramilitar Ernesto Báez, debido a sus constantes peleas por motivos políticos. También dijo que a la clínica Santa Teresa de Bucaramanga, llegaban paramilitares heridos para ser atendidos y que esto era conocido por los directivos del centro asistencial.
Agregó que la desaparecida EPS Solsalud, propiedad del grupo empresarial que también dio vida al partido político Convergencia Ciudadana, construyó y dotó un puesto de salud en el corregimiento San Rafael de Lebrija de Rionegro, el cual era administrado por paramilitares de la región.
También dijo que en la construcción del Parque Nacional del Chicamocha, se contrató mano de obra de reinsertados paramilitares de las AUC y guerrilleros del ELN, como parte de un acuerdo político.